Javier Álvarez no es un profesor convencional. Imparte clases en Primaria en el colegio de los hermanos maristas en Oviedo, el Auseva. Cada quince días desde hace más de una década se desplaza al área de pediatría del HUCA y ejerce de payaso de hospital. No duda en disfrazarse para acudir a clase si así sabe que los niños le prestarán más atención. Amante de la naturaleza, se ha embarcado en el proyecto "Nature Club".
- ¿Cómo lo hace, cómo consigue esa atención de los niños?
-Es un proyecto educativo que desarrollamos varios profesores de los colegios maristas, se trata de buscar un foco de atención que ya tengan los niños y fomentarlo con múltiples actividades.
- En este caso la naturaleza.
-El amor por los animales y la naturaleza es innato a los niños y nosotros sólo lo potenciamos.
- Y se inventa un personaje.
-Los niños saben que es un juego pero se lo creen, quieren creer que hay un trasgu que lucha contra los malos recorriendo Asturias.
- ¿El profesor como ejemplo a seguir?
-Somos varios profes y mis vídeos también los ven en otros lugares como Palencia, donde alucinan con nuestra naturaleza.
- ¿Cuál es el resultado?
-Les encanta. Es una mezcla de varias patas, ecología, deporte, conservacionismo. Se lo toman como un juego pero son conscientes de la importancia.
