La Cofradía de la Balesquida y la Sociedad Protectora protagonizaron ayer una nueva disputa dentro de su ya larga trayectoria de desencuentros. Esta vez fue a cuenta de unas banderas cofrades situadas sobre la fuente de la plaza de Alfonso II, que la Policía Local acabó retirando por las quejas que llegaron desde la Protectora, según explicaron fuentes policiales.

Ambos colectivos compartían ayer la plaza de la Catedral. La Cofradía trasladaba en procesión la imagen de la Virgen de la Esperanza desde la iglesia de San Tirso hasta la capilla de la Balesquida; en la misma plaza y durante todo el día, la Protectora organizaba su primer mercado medieval, que incluía un espectáculo para niños. En un momento dado, a última hora de la tarde, agentes de la Policía Local ordenaron a los cofrades la retirada de sus estandartes. La intervención despertó la curiosidad de parte de las personas que por allí se encontraban. Minutos más tarde, este periódico pudo confirmar por fuentes oficiales de la Policía que los agentes habían recibido un aviso desde la Sociedad Protectora y que se dispusieron a retirar unas banderas colocadas, supuestamente, sin permiso para hacerlo.

Lo vivido ayer constituye un nuevo capítulo de las malas relaciones entre ambos colectivos, a pesar de la vocación de protección hacia la Cofradía con la que nació uno de ellos. Recientemente, el Tribunal Supremo puso fin a un largo proceso judicial por el derecho a utilizar el nombre de la Balesquida, que el alto tribunal resolvió a favor de la Cofradía.

Más allá de estas disputas, la jornada de ayer fue un éxito de público. La Sociedad Protectora levantó el telón de su mercado medieval, abierto hasta las cuatro de la tarde de hoy.

Entre todos los puestos destacó uno por el guiño que hizo a los orígenes de la Cofradía ovetense, que se remonta a hace nada menos que 800 años, y que tuvo en el gremio de los sastres su seña de identidad. Ahí estaban Casilda Uría junto a Claudia Estrada y Nora Álvarez con su telar medieval. "Representamos el origen de esta fiesta, el del gremio de los sastres", resumió una de ellas. De cara al público realizaron distintos bordados, además del tradicional tejido.

Procesión

Puestos con miel, bollería, empanadas y hasta sidra dulce hicieron las delicias de los asistentes, además de la artesanía. Para los más pequeños, una simpática actuación circense que fue todo un éxito. En la plaza, la naveta Ana Vigón daba paseos en burro a los más pequeños.

Por la tarde, la Cofradía de la Balesquida celebró la procesión de la imagen de Nuestra Señora la Virgen de la Esperanza desde la iglesia de San Tirso, tras finalizar el triduo, hasta su capilla.

La salida de la imagen fue anunciada por el repicar de la pequeña campana de la capilla, que no paró de sonar hasta que la Virgen de la Esperanza entró, como siempre de espalda y llevada a hombros por los cofrades.