La exconcejala socialista Begoña Pérez (Oviedo, 1951) falleció ayer, tras mes y medio luchando entre la vida y la muerte en el HUCA por complicaciones derivadas de una intervención quirúrgica a comienzos de abril.

Begoña Pérez, de 66 años, fue mujer socialista orgullosa, consciente y militante de esta doble condición. Sus compañeros de partido la recordaban ayer como la mejor compañera posible que se pudiera tener, dispuesta siempre a ayudar, una de esas figuras que tanto se echan en falta hoy en la vida política. En Oviedo, donde estuvo dos mandatos al frente del área de Asuntos Sociales entre 1983 y 1991, en los gobiernos de Antonio Masip, y otros cuatro en la oposición, Begoña Pérez destacó por ser una pionera en el activismo social, vocación temprana a la que había despertado ya en su primera juventud. En Oviedo, la lucha por los desfavorecidos, el apoyo al primer asociacionismo, el trabajo en los barrios y los primeros planes de choque contra la violencia machista marcaron su gestión. Ella fue la responsable de que el primer centro social que hubo en Oviedo fuera el de Ventanielles, un barrio muy castigado en aquellos primeros ochenta.

Tras el Ayuntamiento, Begoña Pérez, hija del músico vasco Carlos Pérez de la Torre, catedrático de Oboe en el Conservatorio, y de Araceli García, fue jefa de servicio en el Ministerio de Asuntos Sociales en Madrid hasta finales de los noventa. De regreso a Asturias, volvió a incorporarse a su puesto en la Administración regional, en el área de Infancia de la Consejería de Asuntos Sociales. Casada con Rafael Modroño, deja tres hijos, Paula, Carlos y Lucía, y dos nietos, Celia y Mateo. Le sobrevive también su hermano Antonio, al que sus padres adoptaron precisamente a petición suya.

Al también exconcejal socialista Avelino Martínez la noticia le sorprendió ayer "consternado" fuera de Asturias. Con Begoña compartió mandatos y en ella encontró "una luchadora tremenda por los más necesitados, una asistente social con enorme vocación y una sensibilidad especial".

La exconsejera Pilar Alonso mostró ayer también su "profundo dolor" por la pérdida de una "compañera que siempre estuvo ahí cuando se la necesitaba". "Como militante", contó Alonso, "fue un apoyo, una referencia y una gran persona a la que vamos a echar mucho de menos". "Begoña", resumió, "fue modélica en su trabajo de Servicios Sociales, con las asociaciones y con los barrios; ella, que decía que era de la Tenderina pero del Oviedín del alma".

Otras destacadas mujeres socialistas como Ana Bernardo o Laura Díez, insistían ayer en su condición de mujer "afable", nada dada a los enfrentamientos, y a la vez con mucha determinación en política. "Una persona de consenso dispuesta absolutamente a todo", resumió Díez, de la Asociación Trece Rosas.

Su compañera en aquellos mandatos del equipo de Masip, Covadonga Bertrand, recordó ayer a la Begoña "trabajadora", "una mujer muy del PSOE, fiel al partido y a lo que el socialismo representaba". El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, también se refirió ayer a ella como "mujer comprometida de manera inquebrantable con lo público, una persona extraordinaria y cercana que además fue una abanderada de la igualdad entre mujeres y hombres, una amiga y una ovetense que quería de corazón a Oviedo".

La capilla ardiente quedará instalada hoy a partir de las dos de la tarde en Los Arenales y su funeral se celebrará mañana, sábado, a las seis de la tarde, en San Juan el Real.