"Emprender me salvó la vida porque estaba cansada de trabajos que me hacían sentir inútil y frustrada". Andrea García, más conocida por su entorno como Andy Baraja es una ilustradora ampliamente formada que hace tres años se planteó crear su propia empresa para poder vivir de su gran pasión desde pequeña: el dibujo.
A sus 31 años está diplomada en conservación de documentos por la Escuela Superior de Arte de Avilés y titulada en Ilustración y Diseño Gráfico por la Escuela de Arte de Oviedo. Una vez culminada su formación trabajó en una ingeniería ferroviaria un tiempo y cuando se propuso dedicarse a su especialidad se topó con la falta de ofertas de trabajo en el sector.
La vida le cambió radicalmente cuando con la ayuda del Talud de la Ería arrancó su apuesta empresarial particular. "Descubrí una manera de trabajar sin que me pesen las horas", sostiene acerca de una nueva oportunidad laboral vinculada a sus aficiones. "Cuando me aburría, dibujaba; cuando descansaba, dibujaba y cuando no sabía qué hacer dibujaba", relata la emprendedora acerca de cómo a partir de entonces comenzó a dedicarse plenamente a su pasión.
Reconoce que los comienzos no fueron fáciles. "Rápidamente comprendí lo que era trabajar 24 horas al día y siete días a la semana", indica. No obstante, dice estar encantada de dedicarse tan a fondo a su propio negocio y descarta arrepentimiento alguno. "Poca gente tiene la suerte de dedicarse a lo que le gusta", subraya.
Sin embargo, su proyecto empresarial recibiría un fuerte impulso hace año y medio. "Me costó diferenciarme de la competencia hasta que decidí especializarme en pensamiento visual", explica.
Su especialización, conocida por el término inglés "Visual Thinking" le abrió un abanico de oportunidades inmensas. "Consigo representar de una manera visualmente atractiva una solución a un problema complejo de solucionar con palabra", explica la ilustradora "ovetense de toda la vida".
Estudio propio
El principal objetivo de Andy Baraja es abrir un estudio propio con varios creativos a su cargo. "Sueño con trabajar con un grupo de personas especializadas en distintos campos que sean mejores que yo", declara justo después de definirse como "curiosa, resolutiva y trabajadora".
De momento, las cosas le van muy bien. Trabaja desde sus inicios para administraciones y entidades públicas y en los últimos tiempos se está abriendo camino en el mundo empresarial. "He realizado trabajos para una de las compañías más grandes de este país y espero que sigan llegando a partir de ahora", relata.
Más allá del éxito empresarial, la ilustradora destaca la calidad de vida ganada, proporcional a su satisfacción personal. "La recompensa de un trabajo no se mide en dinero solamente", apunta la joven empresaria.
