Gabriel Ordás hace una pausa en sus estudios para atender a este periódico. Posa el violín y el arco delicadamente y comienza a explicar con pasión los pormenores de su próximo concierto. Mañana tocará el piano y el violín en la Escuela Municipal de Música a las ocho de la tarde en una función de entrada libre. Para él será una velada especial que posiblemente le provocará la misma sensación que experimentó Proust al tomar una magdalena mojada en café. Toneladas de recuerdos.
Ordás, uno de los compositores asturianos más prolíficos del momento y galardonado con el Premio Nacional de Enseñanzas Artísticas Profesionales y cuyas obras han sido interpretadas en España, Rumanía o Estados Unidos, sólo tiene 18 años. Es decir, no hace demasiado que pasó por la escuela del Rosal. "Estuve allí cuatro años. La Escuela representa mi infancia. No sé ni cuantos conciertos di allí".
Bajo el título "Gabriel Ordás vuelve a la escuela", el ovetense interpretará en una primera parte obras para piano de Mozart y Prokofiev, y en la segunda, tocará piezas de Bach, Paganini y Brahms al violín acompañado de la pianista Ella Esipovich. Eso sí, promete una velada "con sorpresas" en la que es posible que estrene composiciones propias. "Es un repertorio que he ensayado meses e incluso años y que me parece perfecto para la ocasión porque unifica los temas de grandes compositores. Sobre los extras que tocaré, prefiero que el público los descubra durante el concierto".
Gabriel cursa el primer año del grado superior de composición en el Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez Torner y asiste a clase de piano con Francisco Jaime Pantín, y de violín con Lev Chistyakov. El viernes acabó los exámenes del grado. A falta de que salgan algunas notas está contento con los resultados. "La verdad es que he pasado una temporada de mucho trabajo porque lo hago todo a la par sin priorizar disciplinas".
Además de los exámenes y los ensayos del concierto de mañana. el chaval rasca tiempo para otras tareas. Por ejemplo, ha compuesto una obra de seis minutos para chelo y piano que una compañera necesita para presentar su concierto de fin de máster. También continúa elaborando su trabajo más ambicioso: una ópera. "Empecé en febrero de 2015. Es una tarea tan grande que casi es inabarcable, pero no tengo prisa. Lo importante es que quede bien".
Gabriel Ordás empezó en el mundo de la música con cinco años y compone desde los doce. Es el autor de cuarenta obras que han interpretado varias orquestas, además de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), como Oviedo Filarmonía y otras formaciones europeas y americanas. Así, la OSPA ofreció el 22 de febrero un concierto en la Casa de Cultura que supuso el estreno mundial de la obra "Onírico", de Ordás. El concierto, en el marco del programa "Inspiración II" volvió a repetirse al día siguiente con éxito en el Auditorio Príncipe Felipe bajo la dirección del maestro Rossen Milanov.
