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El desierto de tiendas avanza en el Calatrava: Décimas también cierra

La cadena comunicó el viernes a los trabajadores que ayer no subirían la persiana, pero no les aclaró si serán recolocados en otras tiendas

El cierre de negocios en el centro comercial del Calatrava parece no tener fin. La tienda de la cadena Décimas bajó ayer la persiana en medio de la incertidumbre sobre el futuro del espacio adquirido a finales de diciembre por un fondo de inversión británico. La duda, no aclarada ni por la gerencia -todavía en funciones- del centro ni por la propia cadena es si el cese de la actividad es definitivo o se debe a un cierre temporal para acometer mejoras previstas por los nuevos propietarios en el edificio.

A pesar de que la tienda no abrió sus puertas, los empleados siguieron trabajando en el interior. Los escaparates fueron empapelados y la persiana se mantuvo medio bajada casi toda la jornada. Fuentes cercanas a la propia plantilla aseguraron a este diario que ni los propios afectados saben todavía cual será su porvenir. "No saben si las recolocarán, pero confían en que así sea", comentó dicha fuente sobre las trabajadoras del local que ayer metían la ropa en cajas y procedían a llevar la recaudación de la caja al banco.

La comunicación del cierre no llegó hasta el pasado viernes. La orden era muy clara, el sábado sería el último día de apertura al público y a partir del lunes -ayer- se iniciará el desmantelamiento de la tienda, con el 31 de mayo -el jueves- como fecha tope culminar la marcha del Calatrava.

Algunas informaciones apuntan a que el cierre de Décimas vendrá acompañado de otros con el objetivo de acometer obras estructurales en el centro comercial. De momento sólo está confirmada la marcha de El Corte Inglés, el próximo 15 de julio, aunque se descarta que sea por esos motivos. A mediados de abril ya había echado el cierre una multinacional como Zara Home.

Hermetismo total

Mientras el espacio sigue quedándose desierto, la incertidumbre se apodera de los propietarios y trabajadores de los locales que siguen abiertos, ante el "hermetismo total" de los nuevos dueños. Desde que LA NUEVA ESPAÑA desvelase en enero la venta del centro comercial por parte de los ingleses Alpha Real a otro fondo de inversión británico y la asunción de la gestión de Modoo por el grupo Estabona Management, el único cambio percibido por los inquilinos son las continuas visitas de personal, encabezadas por el ejecutivo de Estabona, Dilip Khullar, supuestamente para planificar profundos cambios.

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