Ha puesto letra y música a varios de los himnos de varias generaciones. Dice que escribir una canción es fácil, y más aún ponerle música, "lo difícil es que sea buena". Pancho Varona ha estado 36 años al lado de Sabina. Mañana impartirá un taller sobre creación de canciones en la Universidad de Oviedo. Está organizado por la Cátedra Leonard Cohen. Serán dos horas, de 17.30 a 19.30 horas, en el salón de grados de la Facultad de Psicología, y requiere inscripción previa.

- ¿Cómo se escribe una canción?

-Es fácil, lo complicado es que sea buena. Yo quiero animar a la gente a que juegue, a que se decida a escribir una letra. Es muy sencillo con dos o tres trucos, y si conoces tres acordes puedes hacer hasta la música.

- Fácil, ya.

-Sí. Hay que ser valientes y perder la vergüenza. Una vez que has escrito tres canciones, las demás vienen solas. No hay que ser un gran escritor.

- Se tiene miedo a los ripios.

-Sí. Al principio es inevitable rimar noche con coche y equipaje con viaje, a no hacerlo se aprende más tarde. Se trata de hacer crucigramas, de jugar con las palabras, de hacer un crucigrama bonito, no es poesía, la poesía es una cosa muy distinta.

- ¿Cómo empezó usted?

-Con mucho pudor. Tenía al lado al mejor, a Joaquín Sabina, y, claro, yo pensaba que qué iba a pensar Joaquín. Le enseñé cosas y le gustaron.

- Usted ha compuesto letras, música, y ha firmado verdaderos himnos.

-He compuesto músicas de himnos, más que letras. Hacer una letra es más difícil.

- ¿Más difícil la letra que la música?

-Sí, una buena letra es muy difícil, es más del 50 por ciento de una canción. Es mucho más complicado llegar al corazón con la letra, con las palabras, que con la música. Nosotros siempre trabajamos sobre las letras. Joaquín nos pasaba el texto y Antonio García de Diego y yo nos poníamos a trabajar.

- ¿Asusta coger una letra de Sabina y ponerle música?

-Mucho. Siempre piensas que no vas a estar a la altura. Hay canciones que no me gusta cómo me han quedado.

- ¿Por ejemplo?

-Sólo se lo diría bajo amenaza de muerte.

- No, que tiene que seguir componiendo, dígame entonces de las que se siente más orgulloso.

-Estoy muy orgulloso de "No me importa nada", con música mía y letra de mi hermana que hicimos para Luz Casal. Y estoy muy contento de "Y sin embargo", "Ruido", "Peces de ciudad", "Esta boca es mía", "Contigo". Estoy muy orgulloso de unas cuantas.

- Buenas músicas para buenas letras.

-"Ruido" tiene una letra maravillosa de Joaquín y Pedro Guerra. En "Peces de ciudad" Joaquín dice que no sabe muy bien lo que quiere decir pero que sabe que lo que dice la canción es lo que quería decir. Es pura magia cuando ni siquiera el autor sabe lo que quería decir y la gente hace suya la canción y la interpreta, son versos y palabras maravillosas.

- Supongo que para usted el mejor letrista de los últimos años es Sabina.

-Hace años que Joaquín adelantó por la izquierda a la mayoría de letristas. Sabina y Serrat siempre han sido los mejores, serían el primero y segundo, o viceversa.

- ¿Y el tercero?

-Hay gente que me gusta escribiendo. Están Quique González, Zahara o Leiva, que está siendo un alumno aventajadísimo de Joaquín. También habría que citar a Ariel Rot, Calamaro.

- ¿Le damos el tercer puesto a Calamaro?

-Sí. El tercero del podium sería Andrés. En el taller de mañana cogeré una canción de Calamaro y propondré a los alumnos que hagan otra con otras palabras pero conservando la medida y la rima, lo que viene siendo fusilar una canción para hacer una nueva.

- ¿Qué tienen Sabina, Serrat y... Calamaro?

-Poesía y oficio, por eso son tan grandes. Se pueden hacer canciones sólo con oficio, pero si tienes la poesía ya es maravilloso. Si tienes la poesía y no tienes el oficio, no lo lograrás.

- ¿Los asistentes al taller aprenderán a hacer canciones?

-No pretendo que salgan siendo poetas, quiero que jueguen con las palabras, que se les quite el miedo a jugar.