"Vengo de trabajar directamente para participar en la carrera con el objetivo de animar a los fumadores a que lo dejen. Yo llevo veinte años. No cuesta tanto". Gema Insunza, de 60 años, se cambió ayer los zapatos por las zapatillas de deporte y dio varias vueltas a toda velocidad por el Campo San Francisco junto a unas cincuenta personas. Fue uno de los valientes que ignoró la lluvia y el mal tiempo para salir en la XIV Carrera sin humos que organiza la Sociedad Asturiana de Patología Respiratoria en colaboración con la Fundación Aire y el Ayuntamiento para celebrar el Día Mundial sin tabaco.

Pese a que el número de participantes bajó en algo más de la mitad con respecto al año pasado -cuando hubo más de cien personas- la organización logró su objetivo de atraer a nuevos corredores que acababan de dejar de fumar. Era el caso de la chica que inscribía a los participantes en la meta volante del paseo del Bombé, que llevaba un año sin encender un cigarro.

Según Manuel Martínez Muñiz, médico especialista en Neumología del Hospital San Agustín y que ayer también participó en la carrera, cada vez más personas son conscientes de los peligros del tabaco. "Somos positivos, en 1975 fumaba el 66% de los hombres y ahora la cifra ha bajado hasta el 28%". Los datos de tabaquismo en Asturias son similares a los del resto de España, donde hay un mayor porcentaje de fumadores masculinos que femeninos y la media de edad de inicio en el tabaco es de 17 años, pese a que hay bastantes casos de chavales que comienzan a fumar a los 13 o 14 años.

Los participantes corrieron únicamente por el interior del Campo San Francisco y al finalizar la prueba recibieron una camiseta de regalo.