Incendio en los Servicios Sociales municipales. A pesar de los esfuerzos del gobierno tripartito en incrementar el gasto en estas áreas, los trabajadores sociales están desbordados y el servicio al borde del colapso. La gestión de prestaciones que deberían ser de concesión inmediata por tratarse de situaciones de riesgo grave acumula listas de espera, falta personal hasta para registrar peticiones, los locales donde se atiende a los ciudadanos no cumplen con la normativa, llegando a provocar malestar y conductas agresivas entre los usuarios y las bajas del servicio no se cubren ni se tramitan de forma transparente.
Estas son algunas de las denuncias más graves que más de cincuenta trabajadores de Servicios Sociales acaban de hacer llegar al Alcalde, Wenceslao López. En su calidad de "jefe de personal" del Ayuntamiento, le piden que cubra las vacantes de un servicio que ha multiplicado por dos la carga de trabajo en los últimos 12 años y que cuenta sólo con 71 puestos cubiertos de los 125 que figuran en la RPT.
Tras las quejas de los trabajadores, que dibujan un colapso total del servicio, se intuyen otros problemas. Según fuentes consultadas, no hay buena comunicación en algunos departamentos con el jefe de servicio y la desaparición de la figura de responsable de servicios sociales durante dos años (ahora está a punto de volverse a cubrir) no ha ayudado a desatascar la situación. A la concejala responsable, Marisa Ponga, tampoco se la reconoce como interlocutora válida para resolver el problema y otras fuentes señalan a cierto boicot desde otras concejalías del propio gobierno.
