La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Del Páramo quiere que la Escandalera sea el gran intercambiador del autobús urbano

El plan de movilidad estudia la posibilidad de cerrar progresivamente el centro de la ciudad al paso del vehículo privado

La Escandalera, contemplada desde la terraza del Campoamor. IRMA COLLÍN

Los primeros borradores del plan de movilidad alertan de un uso "excesivo" del vehículo privado en Oviedo y apuntan ya algunas soluciones para facilitar el uso del transporte público y corregir las principales dificultades detectadas por los vecinos en el TUA, que se pueden resumir en la abundancia de líneas lentas y con baja frecuencia. El concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), está convencido que poner facilidades al uso del transporte público tiene que incluir también espacios donde los viajeros puedan intercambiar rutas, entrar y salir de los circuitos de forma sencilla, cambiar de transporte y hacerlo en los puntos que vertebran los flujos de los desplazamientos en Oviedo. El lugar ideal sería la Estación del Norte pero Del Páramo es consciente que en la actualidad es difícil acometer allí una gran reforma. Por eso el plan de movilidad está analizando una solución intermedia, próxima y parcial que podría funcionar hasta que se acometa la gran reforma de la estación de tren: convertir la plaza de la Escandalera en ese centro intercambiador vinculado a las líneas de autobús.

El aparcamiento subterráneo de la Escandalera lo gestiona en la actualidad una empresa perteneciente al grupo Masaveu, pero a la concesión le quedan pocos años, termina en 2023. Por eso en cinco años el Ayuntamiento podría estar en disposición de abordar en ese espacio una gran reforma para convertir este punto neurálgico de Oviedo en la gran estación intercambiadora del autobús urbano y el transporte público, con la estación de tren y al otro extremo de la calle Uría.

Cerrar el centro

La instalación en la Escandalera de un gran intercambiador sería la última pieza de un plan más ambicioso que permitiera conectar mejor toda la ciudad, con líneas con más frecuencia y más directas, con menos paradas y por tanto más veloces. En las primeras líneas maestras que van saliendo del plan de movilidad es poder vertebrar los desplazamientos que ya se producen en la ciudad (ejes Este-Oeste atravesando por el centro y también Norte-Sur) con nuevos recorridos de autobús urbano más eficaces y sistemas de conexión con el tren.

Esa difusión y apoyo al transporte público servirá para acompañar otras medidas más arriesgadas pero necesarias para luchar contra el uso excesivo del coche, lo que el plan de movilidad considera una "invasión del vehículo privado". Porque el concejal Del Páramo también tiene encima de la mesa un plan que consiste en un cierre progresivo del centro de la ciudad al coche.

El modelo se ha aplicado en otras ciudades con éxito y supone restricciones que gradúan la dificultad para el coche desde el centro hacia fuera. En Oviedo, de hecho, en el cogollo central, correspondiente al casco histórico, el vehículo privado ya está fuera. Ahora habría que extender esa presencia de los coches a un anillo superior para evitar la facilidad con la que en la actualidad, los vehículos pueden atravesar la ciudad, de un extremo a otro, pasando por el centro.

Eso permitiría, además, avanzar en la peatonalización del centro, también a lo largo de esos ejes de Este a Oeste y de Norte a Sur por donde se mantendría, no obstante, el paso de las líneas rápidas de autobús, acompañado de redes de carriles bici.

Compartir el artículo

stats