La sesión de ayer del juicio por la muerte de Karla Pérez puso una vez más de manifiesto las carencias materiales de la justicia asturiana. El juez Javier Domínguez Begega paró la vista en dos ocasiones porque no funcionaban los sistemas de visionado de imágenes. Al final, un miembro de la Policía Judicial tuvo que subir la torre del ordenador de su propio despacho. Como se aprecia en la imagen, el jurado y los abogados se vieron obligados a arremolinarse junto a un ordenador para poder ver vídeos determinantes para un juicio por asesinato.