La pareja que fue pillada in fraganti practicando sexo el martes por la noche en la confluencia de las calles San Pedro de Mestallón y Carlos Asensio Bretones -en el barrio de Santo Domingo- podría recibir una multa que oscila entre los 750 y los 1.500 euros. La ordenanza municipal de convivencia ciudadana estipula como falta grave las conductas sexuales que se realicen en "parques públicos, zonas habitadas, centros públicos, centros de asistencia sanitaria o cualquier otro lugar de pública concurrencia cuando la actividad sea visible desde ellos".

Lo cierto es que la normativa se refiere expresamente a servicios sexuales retribuidos, pero fuentes consultadas por este periódico aclaran que en casos, como el de la pareja que desató su pasión -aparentemente sin dinero de por medio-, también puede aplicarse la ordenanza. El concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, asegura que será necesario estudiar el caso para saber si se adecúa a la ordenanza municipal, pero aclara que no sería descartable aplicar el artículo 185 del Código Penal. Esta norma distingue entre delitos e infracciones administrativas por exhibicionismo. En el primer supuesto se castiga a los autores con penas de prisión de seis meses a un año o una multa de doce a 24 meses cuando los autores se exhiben obscenamente ante menores. El segundo supuesto hace referencia a actos de exhibicionismo ante mayores de edad, castigados con una sanción administrativa que de entre 100 y 600 euros.

La Policía Local ha elaborado un informe sobre lo ocurrido dejando en libertad a la pareja sin multa de por medio. Sin embargo, los técnicos de Seguridad Ciudadana podrían imponer una sanción tras estudiar el caso.

La práctica sexual

Un hombre y una mujer de mediana edad dieron rienda suelta a su pasión hacia las diez de la noche del martes tumbados en la calle. Numerosos viandantes aseguraron que les vieron realizar felaciones, tocamientos y coito. La Policía Local recibió varias llamadas alertando de lo que ocurría, por lo que una patrulla de dos agentes se desplazó hasta allí. Tras una primera vuelta de reconocimiento, los policías se bajaron del coche para interrogarles. El hombre, con antecedentes por atentado a la autoridad, explicó que estaban muy enamorados y que él sólo "le había metido un poco la mano en el bollu a su compañera". Mientras, la mujer se fumó un cigarro sin levantarse del sitio.