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FRANCISCO JAVER TRIGUEROS | Sordociego, ponente en la Fundación Vinjoy

"Los sordociegos debemos perder el miedo a enfrentarnos al mundo"

"Sigo las noticias por un sistema especial de braille que traduce las imágenes de las webs en signos"

Francisco Javier Trigueros, junto a la guía-intérprete Sara Leocadio, ayer, en la Fundación Vinjoy. MIKI LÓPEZ

Francisco Javier Trigueros Molina (Alicante, 1974) es un hombre pleno. Casado y padre de dos hijos, trabaja en lo que le gusta y aprovecha el tiempo libre. Hace veinte años solicitó por primera vez los servicios de un guía-intérprete para tareas cotidianas como gestiones en el banco o ir al médico. Sordociego, desde entonces necesita esa ayuda regularmente. Ayer dio una ponencia en la Fundación Vinjoy durante la I Jornada Nacional de Mediación Comunicativa, como presidente de la Federación de Asociaciones de Personas Sordociegas de España. Además, hoy mantendrá un encuentro abierto con personas sordociegas en Oviedo con el objetivo de crear una asociación en la ciudad. Será a partir de las 10.30 horas en una cafetería frente a la sede de la ONCE, en la calle Campomanes. La guía-intérprete Sara Leocadio facilitó la realización de esta entrevista. Sus comentarios completaban la comunicación entre periodista y entrevistado a través del sentido del tacto, con señas en las manos.

- ¿Qué dolencia causó que sea usted sordociego?

-Tengo el síndrome de Usher de tipo uno. Es una enfermedad hereditaria que causa una pérdida grave de audición y retinitis pigmentosa, un trastorno ocular que con el tiempo genera un deterioro de la visión. Nací con sordera profunda y a los 30 años empecé a perder el campo de visión, aunque ya en 1998 necesité la ayuda de guías-intérpretes. Ellos sirven como puente de comunicación y posibilitan que las personas como yo seamos autónomas y participemos en igualdad de condiciones que el resto de la sociedad.

- Ponga el ejemplo de una situación en la que necesite un guía-intérprete.

-Si tengo que ir al médico pido por Whatsapp un guía-intérprete con antelación.

- Perdone, ¿por Whatsapp?

-Claro. Aún tengo resto visual. Gracias a las nuevas tecnologías, puedo hacer zoom a la pantalla del móvil o cambiar el contraste para ver algo. También uso la línea braille. Es un sistema que adapta la información visual al braille. Tengo correo electrónico y me informo en los portales de los periódicos. Pero las webs no son del todo accesibles. Falta que las empresas se conciencien.

- Estaba usted explicando cómo va a una cita médica.

-Pido un guía-intérprete. Es un servicio gratuito. Aviso a qué distancia está el médico para que me lleve. Allí se convierte en mis ojos y mis oídos. Me describe el entorno. Le digo el nombre de mi médico y él va leyendo los nombres de las puertas. Me dice cómo está la sala de espera, me describe la consulta e interpreta al médico. Si el terreno tiene baches o algo, me ayuda.

- ¿Cuántas personas sordociegas hay en España?

-No hay un censo claro, pero se estima que 7.000. Si lo ampliamos a enfermedades que afectan gravemente a su vista y audición, llega a las 100.000 personas.

- ¿Los sordociegos están sobreprotegidos?

-En muchos casos, sí. La familia tiende a sobreproteger, por ejemplo, a un niño sordociego. Cuando ese chaval sea adulto, es probable que tenga muchos miedos. Los sordociegos debemos perder el miedo a enfrentarnos al mundo y es importante que la sociedad nos conozca y se implique. Un bastón rojo y blanco es nuestra seña de identidad, es bueno que la gente lo identifique. A veces, también llevamos tarjetas con el número de autobús que queremos coger o el nombre de la calle a la que nos dirigimos.

- ¿Su familia tiende a sobreprotegerle a usted?

-Mis dos hijos son oyentes y me ayudan en cosas, pero soy una persona autónoma y hago las tareas de mi hogar como el resto.

- ¿Qué aficiones tiene?

-Me encanta estar al tanto de la actualidad. Y para eso utilizo la línea braille. Sigo las noticias con un sistema especial de braille que traduce las imágenes de los portales o las webs en signos. Soy deportista y muy activo en el movimiento asociativo. Prueba de ello es la reunión que tendré en Oviedo con otros sordociegos para intentar montar una asociación. Me gusta salir con mis amigos, hacer senderismo y, si no tuviera una agenda tan apretada, haría más turismo. También me gusta el cine. He perdido mucha visión, lo adapto accediendo a los subtítulos con la línea braille.

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