Jaime Martínez González-Río, presidente de la Fundación Ópera de Oviedo desde 2003 a 2018 ha fallecido hoy en el Centro Médico de Oviedo, donde trabajaba como neumólogo desde hace años después de haber ejercido como médico en la sanidad pública.

Jaime Martínez González-Río, reconocido por sus compañeros como uno de los mejores facultativos de España, tenía dos pasiones, el rugby y la ópera y por encima de todo su ciudad, Oviedo. Martínez fue el hombre que convirtió la temporada de ópera de Oviedo en lo que es hoy en día, una de las más reconocidas de España. Llegó a la presidencia de la temporada por una casualidad. Martínez recordaba cómo fue su acceso al cargo. Era septiembre del año 2003; faltaban dos días para el arranque de la temporada de Ópera de Oviedo y recibió una llamada desde el teatro Campoamor, le pedían que acudiese al ensayo de la ópera "Idomeneo" de Mozart. Al llegar le explicaron la situación: la Fundación Ópera de Oviedo necesitaba un presidente y que toda la junta directiva le iba a apoyar a él por unanimidad. Aceptó por un año y pasaron tres lustros desde aquella tarde, con la que él bromeaba diciendo que, en realidad, había sido una encerrona".

Jaime Martínez González-Río era un apasionado de la lírica y en cualquier conversación transmitía ese sentimiento. En 1999 pensó que ya no podría mantener más esas amenas charlas. Era jefe de neumología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), con sede en psilicosis, y un mal día, mientras se afeitaba en un hotel de San Diego (EE UU), adonde había acudido para participar en un congreso, descubrió un bulto en la garganta, era cáncer de laringe. Fueron tiempos duros que afrontó apoyado siempre en su esposa, Susy Schmickrath, y con la fuerza que le dieron sus hijas. Esa gran familia que arropada por el mundo de la ópera y de la cultura le ha acompañado también en los últimos meses.