La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El "vía crucis" de Ventanielles: los vecinos exigen un lavado de cara al barrio

Una manifestación vecinal recorre los puntos más problemáticos de la zona, del fallido bulevar de Santullano al centro social del Lago Enol

Begoña Coronas, en uno de los accesos del Palacio de Deportes, señalando hacia el bulevar de Santullano, con los vecinos abajo. | Miki López

No era Semana Santa, pero en Ventanielles lo parecía. Los vecinos organizaron ayer un "vía crucis" nada improvisado en el que recorrieron los ocho puntos calientes del barrio que, a su juicio, necesitan de un lavado de cara de arriba abajo. Desde el colegio infantil –donde llevan una década esperando por un comedor– hasta el solar de Torrejardín, donde iba a hacerse un vivero de empresas tecnológicas. El "silicon valley" de Ventanielles. Un nutrido grupo de vecinos de este barrio salió ayer a la calle para pedir al equipo de gobierno municipal un completo lavado de cara y exigirle que cuente más con ellos a la hora de planificar los nuevos equipamientos. Lo hicieron tirando de sentido del humor.

Las demandas de los vecinos: más información sobre el centro social y un montón de arreglos de calles

decoration

Begoña Coronas, presidenta de la asociación vecinal Nuevo Ventanielles, viste un llamativo sombrero y no se separa de un enorme altavoz. Es la que va guiando a los manifestantes por las ocho paradas de este "vía crucis" vecinal. La primera tiene lugar frente al Palacio de Deportes. Coronas sube a uno de los accesos de este complejo deportivo y señala hacia la autopista por la que en ese momento pasan un montón de coches. Pone música medieval y a voz en grito, como si se tratara de un pregón, explica: "Primera parada. El bulevar de Santullano. Primera farsa. Si el camino no es andando, no le llames bulevar. Los Edusi (en alusión a los fondos europeos a los que aspira el Ayuntamiento); al destierro; y para los vecinos benceno y más benceno. Continuemos".

Y así otras siete veces. Como una cruz.

Pasan unos minutos de las siete de la tarde junto al colegio infantil de Ventanielles y los vecinos comienzan a preparar la marcha. Allí, cerca de un gran altavoz que escupe algunas canciones pop, Antonio Abúndez explica lo que los vecinos lucharon por un bulevar que nunca llegó a completarse. "Hace diez años comenzamos un trabajo junto con los vecinos para la reconversión del tramo de la autopista en una senda urbana. Tras muchos años se había llegado a un nivel bastante alto de concreción, pero las últimas elecciones dieron al traste con todo", asegura. Al fondo, Coronas comienza a explicar los pasos de este "vía crucis".

Los vecinos, frente al colegio infantil, minutos antes de iniciar la marcha por el barrio. | Miki López

Es un recorrido lineal, como el propio barrio. Almudena Pando, tesorera de la asociación, asegura que "lo que queremos es manifestar nuestro descontento con los diferentes problemas que tiene el barrio". Inmediatamente señala al colegio infantil. "Llevamos esperando por el comedor de este centro desde hace nueve años, lo último que nos dijeron es que no se podía hacer por culpa de la guerra de Ucrania, una tomadura de pelo", señala.

«Si el camino no es andando, no lo llames bulevar», asegura Begoña Coronas, de la asociación vecinal

decoration

Los problemas son muchos. "Seguimos avanzando. También estaba pendiente la conexión del colector de la zona este, pero nada, cada vez que llueve se inunda y estamos ya un poco hasta el moño de soportar esta situación", afirma.

El recorrido sigue. "Bajamos más y tenemos la calle Río Orlé, que lleva levantada desde finales de noviembre cuando empezó una obra que se paró a finales de enero y desde entonces no se ha hecho nada. Se paralizó por diferentes motivos que a los vecinos bien poco les importan, porque lo que quieren es tener la calle arreglada", destaca. Hay más. "Más abajo tenemos el centro social de la plaza del Lago Enol, que ahora el Ayuntamiento en un alarde de lucidez ha decidido que va a convertirlo en un macro centro social. Estamos descontentos con ese cambio, el actual forma parte de la idiosincrasia del barrio y lo que queremos es que se mantenga en buenas condiciones. Más abajo tenemos el solar municipal de Torrejardín que lleva años convertido en un vertedero", asegura.

¿Qué es lo más urgente? Responde vicepresidenta de la asociación, Noelia García. "Lo que más nos urge aclarar es el tema del centro social de Lago Enol porque los vecinos están muy nerviosos, piensan que el nuevo edificio les va a tapar las casas", dice. A los vecinos aún les queda penitencia.

Compartir el artículo

stats