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"Fue el mejor padre del mundo en el poco tiempo que tuvo", dice la viuda del fallecido en un accidente de moto en Oviedo

El hombre perdió el control de su moto tras un leve roce con un taxi | Salió a despejarse porque iban a operar a su bebé

La Policía Local, durante su intervención tras el siniestro. | LNE

Trágico suceso en Oviedo. El collotense Leopoldo Joaquín Riera, de 44 años, falleció en la noche del jueves en Teatinos, al perder el control de su moto tras un leve roce con otro vehículo, un taxi. El fallecido había salido a dar una vuelta en moto para "despejarse", según relata su viuda, ante la inminente operación a la que tenía que someterse su hija, de seis meses y que iba a pasar ayer por el quirófano. La intervención quedó suspendida.

El siniestro se produjo a las 23.35 horas en la rotonda donde confluyen las calles de Ángel Cañedo, Sabino Fernández Campo y Velázquez, junto al parque que hay detrás de Santullano de los Prados. Riera circulaba con una moto de gran cilindrada por Ángel Cañedo, por donde también transitaba otro vehículo, un taxi conducido por un hombre de 51 años. Según fuentes policiales, el taxi estaba detenido antes de la glorieta y la motocicleta se dispuso a rebasarle. En ese preciso momento se registró un ligero contacto que derivó en que Leopoldo Riera perdiese el control de la moto y cayese. Por la inercia, tanto el conductor como la moto se deslizaron alrededor de 50 metros hasta alcanzar el centro de la glorieta.

A consecuencia de la caída y el posterior arrastre, el joven motorista sufrió lesiones de "sobresaliente severidad". Leopoldo Riera fue asistido allí mismo por personal sanitario, pero ante la gravedad de las heridas falleció allí mismo.

"Aún no entiendo lo que pasó", señalaba ayer su viuda, Lorena Segura, muy afligida ante el suceso. Según explicó, en conversación con LA NUEVA ESPAÑA, la hija de ambos, de seis meses, debía someterse ayer a una operación. "Yo fui a poner unas velas por mi hija a Covadonga, con mi madre, y él se quedó a dar una vuelta en moto, para despejar", relata Segura. Al retornar a casa y ver que Leopoldo Riera no había regresado le llamó por teléfono, pero no logró contactar con él.

Leopoldo Riera trabajaba en la construcción como soldador. Hace unos años, en la temporada 2018/2019, estuvo unos meses trabajando como guarda de seguridad del estadio Carlos Tartiere, pero más allá de esta ocupación siempre se mantuvo dentro del ámbito de la construcción.

El trágico fallecimiento se produce pocos meses después de la muerte de su padre, José Joaquín Riera, más conocido como "Quini", que se produjo el pasado 1 de diciembre. Su madre había muerto siendo él niño.

"Fue el mejor padre del mundo en el poco tiempo que tuvo", señala Lorena Segura. El funeral por el alma de Leopoldo Joaquín Riera se oficia esta tarde, a las 16.00 horas, en la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Colloto (Templo Nuevo).

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