Si por algo se ha caracterizado el Sporting de la presenta temporada es por llevar impregnado el sello de la Escuela de Fútbol de Mareo. Hasta catorce de los veinticuatro componentes que forman la primera plantilla rojiblanco han pasado por, al menos, el filial sportinguista. Un hecho que ya ocurrió la pasada temporada y que finalizó con las mejores noticias posibles al logra el ascenso a Primera División.

Sin duda, el Sporting vence en este apartado con respecto al resto de equipos de Primera dado su alto porcentaje de integrantes que lo componen. Todos ellos conocen a la perfección los códigos, la filosofía de Mareo y el carisma que rodea al club. No en vano, los canteranos, que tienen un acercamiento más cerrado en cuanto a sentimiento se refiere para conocer el significado del club, han contagiado a los jugadores "foráneos", que ya se sienten identificados.

Luis Hernández, Álex Menéndez, Lora, Canella, Jorge Meré, Sergio, Álex Barrera, Nacho Cases, Pablo Pérez, Rachid, Carlos Castro, Guerrero, Jony y Dani Ndi saben lo que es defender la elástica del filial. Alguno de ellos ha tenido un papel principal para que el Sporting pueda llegar a alcanzar la permanencia.

Sin duda, en defensa, Luis Hernández se ha convertido en el capitán general con sus inmaculadas actuaciones tanto de central como de lateral derecho. El madrileño, conocido también por su largo saque de banda, ha sido una de las piezas fundamentales del equipo y es el que más minutos de juego, con 3.143 minutos. Junto a él, tras la lesión de Bernardo, la irrupción de Jorge Meré se ha convertido en una de las noticias más positivas del Sporting en el tramo final, con una nota de matrícula de honor. También ha sido reseñable la campaña de Lora, poniendo el punto de veteranía y carácter al equipo.

Capítulo especial se merece Sergio. El avilesino ha vuelto a firmar una temporada inmaculada, confirmándose como el eje de las operaciones en el centro del campo. No en vano, su ausencia por lesión ante el Atlético de Madrid, minó al equipo en las posteriores jornadas. Su equilibrio en el centro del campo es imprescindible. Junto a él, Nacho Cases ha compartido participación en la mayoría de encuentros. El gijonés destila sportinguismo por los cuatro costados y es uno de los jugadores más carismáticos de la afición.