El Sporting se ha sostenido con una base sólida que se contempla con claridad en los jugadores más utilizados por Abelardo durante el transcurso de la Liga. Eso, sumado a la unión infranqueable con la que cuenta el vestuario rojiblanco, ensalzando la figura de los jugadores menos habituales y que no han puesto en ningún momento ninguna mala cara al respecto, han hecho que la plantilla se haya convertido en una gran familia.

Pese a que la clasificación les ponía en una tesitura delicada, que podía poner el nerviosismo sobre la mesa al jugar en todo momento con la posibilidad de descender, el bloque se ha mantenido siempre junto y convencido de que su tarea no era sencilla, pero sí posible. Para ello, el Sporting necesitaba que la unión hiciese la fuerza y así lo han demostrado durante todo el periplo ligero cada uno de los miembros que componen la plantilla, cuerpo técnico y asistentes que rodean en todo momento al equipo.

Abelardo ofreció oportunidades a todos sus hombres, pero siempre con una idea sólida para dar continuidad a los jugadores con mayor confianza y que se encontraban en mejores condiciones para afrontar el duro reto que tenían por delante. El técnico, que tuvo que lidiar con la dura ausencia de uno de sus pilares como lo era Bernardo, encontró en Jorge Meré a un sustituto que no solo ha cumplido con garantías, sino que ha expuesto su magia sobre el tapete pese a su juventud.

A estas alturas de la película, el Sporting se está jugando la vida con los futbolistas más utilizados por Abelardo durante la temporada, no en vano, diez de los once titulares ante el Sevilla y Getafe son los que más minutos tienen en sus piernas. Luis Hernández, Jony, Cuéllar, Isma López, Halilovic, Lora, Sanabria, Sergio, Meré y Nacho Cases son los primeros de la lista y los que han llevado el mayor peso del equipo sobre el césped.

La juventud e inexperiencia de muchos de estos futbolistas en Primera se ha contrarrestado con la ilusión, el trabajo y la unión para hacer frente a plantillas de mayor calado y con más veteranía. El equipo de Abelardo ha logrado situarse a la altura de otras plantillas combatiendo en cada partido como si de una batalla a vida o muerte se tratase. Y ya solo resta la última, la definitiva, mañana en El Molinón.