Ironías del destino, el sportinguismo volverá a estar pendiente de lo que suceda mañana en el Benito Villlamarín. El estadio del Betis quedará impregnado en la memoria de los seguidores rojiblancos al convertirse en el emblemático lugar donde el conjunto de Abelardo logró la pasada campaña el ascenso a Primera División. Cuestiones del azar, al igual que ocurriese en aquella ocasión, el Sporting necesita de nuevo ganar y esperar. El equipo de Abelardo cumplió con su cometido, hizo los deberes superando con claridad al Betis (0-3) -debía de vencer por más de dos goles- y esperó con nerviosismo a que llegaran buenas noticias del Girona-Lugo. Allí, un glorioso gol de Caballero para los lucenses permitió el ascenso. El sueño se convertía en realidad con un final apoteósico e inolvidable.

Este domingo, el Sporting y sus seguidores se aferran a la esperanza de volver a vivir un "déjà vu" muy similar. Los rojiblancos, como en aquel 7 de junio de 2015, vuelven a tener su mirada puesta en lo que ocurra en el otro encuentro, el que enfrenta precisamente al Betis con el Getafe. El destino vuelve a ser caprichoso y vuelve a poner la mente y alma de los sportinguistas en el Benito Villamarín, esperando que la quiniela vuelva a repetirse.

El Sporting necesita hacer primero los deberes ante el Villarreal y, después, le tocará mirar de reojo a las noticias que lleguen desde Sevilla, donde los gijoneses volverán a jugarse gran parte de su futuro. Si el Getafe cae, al Sporting le serviría con un empate ante el equipo de Marcelino García Toral, pero si empata, los rojiblancos están obligados a ganar. Si el equipo de Esnaider vence, el Sporting caería al pozo de la Segunda División.

Un escenario éste último que no contemplan los aficionados sportinguistas, que se aferran con fuerza a la esperanza e ilusión para mantener la fe en que el Sporting volverá a estar la próxima temporada en Primera. El destino ha querido que el Betis, que ya no se juega nada -tampoco se jugaba absolutamente nada el Lugo la temporada pasada- le eche una mano al equipo de Abelardo para mantenerse en la máxima categoría. No en vano, la afición bética, que desde hace años está hermanada con la rojiblanca, se ha movido en las redes sociales para pedir a su equipo que no baje los brazos y luche en este partido para mantener el orgullo del Betis y, de paso, poner su granito de arena para que el Sporting siga en la élite. El sportinguismo se aferra a que el 15 de mayo la historia vuelva a repetirse para vivir un nuevo momento histórico cargado de emoción, sonrisas y también lágrimas de alegría.