Del calendario festivo en el pueblo de San Mamés, en Blimea, San Antón en enero, Santiago en julio y San Mamés en agosto, la fiesta que se celebra mañana, domingo, es la primera, y sin duda, la más popular. Con San Antón en San Mamés se abren las convocatorias festivas en la comarca del Nalón, que a lo largo del año son numerosas. Y algunas, como la de mañana, acompañadas de jornadas gastronómicas. Mañana, en San Mamés, se come el tradicional pote de nabos. Un plato de cuchara contundente. En el pueblo hay dos casas de comida de excelencia en lo que puede denominarse "cocina de aldea", en que elaboran el plato a la manera tradicional. Para la hostelera Isabel González, que mantiene uno de los pocos bares-tienda de las áreas rurales asturianas, "es una de las señas gastronómicas del pueblo en particular y del concejo de San Martín en general", y para otro hostelero, René Bernardo, que dirige una popular parrilla, "el menú de la jornada, nabos, callos y casadiellas, goza de la plena aceptación de todos".

Los gastos de la fiesta de San Antón, al igual que el pasado año, los abona, desde México, Nicolás Montes, que reside en aquel país en las seis últimas décadas dedicado a actividades comerciales y hosteleras. Abona la música (gaiteros y acordeonista), los voladores y los ramos a subastar tras la misa: uno, de productos del cerdo; otro, de panes dulces. Estos ramos con salida de La Bobia, pasarán por los distintos pueblos. La misa, oficiada por el cura párroco de Blimea, a la una de la tarde, en la capilla del pueblo, cuya puerta ha sido restaurada y en donde se ha colocado una barandilla de hierro para facilitar el acceso a las personas mayores. Estas mejoras han sido sufragadas por una feligresa devota de San Antón.

Fiesta popular, típica, San Antón en San Mamés, es una convocatoria a la que acuden muchas personas para disfrutar de la fiesta asturiana tal como era antiguamente. Y después de la misa y puyas de los ramos, la oportunidad de comer un excelente pote de nabos para hacer las delicias de los paladares.