Son pocos los que no sucumben al sabor de un buen café. Para algunos, es un placer equiparable a otros como dormir, degustar una buena receta o recibir un masaje profesional. No es de extrañar. Se trata de una bebida que ha sabido mantenerse como una de las infusiones que provocan mayor satisfacción por su aroma, sabor y la vitalidad que produce.

A lo largo de los años se han realizado diversos estudios sobre las propiedades de esta bebida y se ha comprobado cuántos beneficios tiene, como su aporte de energía debido a su contenido en cafeína, la mejora del rendimiento físico o la disminución del riesgo de padecer cáncer -especialmente de hígado y vejiga- gracias a su gran concentración de antioxidantes.

Para desayunar, a media mañana o por la tarde, cualquier momento es bueno para disfrutar de un buen café, especialmente si se acude a establecimientos como La Bocana, pionero en Gijón al implantar un sistema de café de cápsula en la ciudad, lo que permite disfrutar de un sabor más intenso que el tradicional. Quizá ya había establecimientos que lo servían, pero no a un nivel tan elevado como este local gijonés especializado en, entre muchas otras cosas, desayunos y meriendas. De la mano del Grupo Cafento y su selección Stracto Professional Natural, variedad de café en cápsula pensado para cumplir con las necesidades más exigentes del profesional hostelero, se ofrece a los clientes un expreso equilibrado, con una crema duradera y un intenso aroma que se convertirá en un imprescindible en el día a día de los más cafeteros. Hay para todos los gustos: el clásico (contiene los mejores arábicas americanos, acompañados de un arábica africano, el Kenia, dando como resultado una mezcla que mantiene su consistencia y su carácter en el paladar; el descafeinado (café arábica de América Central y Sudamérica, que destaca por su riqueza de matices y su sabor equilibrado), intenso (varios arábicas de Brasil, Colombia y Nicaragua, que, combinados, aportan un suntuoso cuerpo y rico aroma); "delicato" (café de Colombia con sabor afrutado, con cuerpo y acidez suave) o "corposso" (mezcla compuesta por cafés arábicas como el Brasil y el Colombia). Ahora, más que nunca, el placer máximo tiene un nombre: café.