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Un mercado a coste cero

En la categoría de plata sólo el Córdoba ha pagado - 250.000 euros al Bolonia por retener al defensa Crespo

Héctor Verdés, a la izquierda, y Carmelo del Pozo, director deportivo del Oviedo, en el Tartiere. MARÍA GÓMEZ

Los tiempos han cambiado. Y en el fútbol también. El tope salarial que pone la Liga de Fútbol Profesional para controlar las deudas de los clubes y la necesidad de sanear las cuentas han provocado que la cautela se haya apoderado de los equipos a la hora de reforzarse.

Una de las consecuencias de esta nueva forma de actuar es que en Segunda es muy raro encontrar a un club que pague a otro por fichar a un futbolista. En lo que va de este mercado veraniego tan solo el Córdoba ha desembolsado 250.000 euros para retener al defensa Crespo. El sevillano ya jugó la pasada campaña en Primera con el Córdoba, pero estaba cedido por el Bolonia y para retenerlo el club andaluz ha tenido que pagar 250.000 euros.

Y es que son precisamente las cesiones una de las fórmulas que más se están utilizando en estos momentos para evitar desembolsar dinero para incorporar a un futbolista. El Valladolid, uno de los equipos que más se está reforzando de cara a la próxima campaña, ha utilizado esta fórmula para incorporar al portero Kepa Arrizabalaga, procedente del Athletic; al lateral izquierdo Hermoso, de la cantera del Madrid; y al central Juanpe, procedente del Granada.

El Oviedo, por su parte, ha optado por fichar a jugadores que han llegado al equipo libres. El club no ha tenido que pagar por las cinco incorporaciones que ha hecho hasta el momento: el portero Rubén Miño, procedente del Mallorca; el lateral izquierdo Carlos Peña, del Valladolid; los centrales Héctor Verdés, del Alcorcón, y Borja Gómez, del Lugo; y el centrocampista Edu Bedia, del 1860 Múnich.

Tampoco clubes como el Zaragoza, otro de los que están moviéndose mucho este verano, ha pagado por sus fichajes. Los maños, como el Valladolid, han buscado en el mercado a jugadores cedidos. En su caso, el portero del Atlético de Madrid Bono, el centrocampista del Athletic Erik Morán y el delantero de Las Palmas Ortuño.

Quizás los dos casos más singulares este verano son los del filial del Athletic y el del Elche. El Bilbao Athletic tan solo ha incorporado al lateral izquierdo navarro de 18 años Julen Arellano, que llega procedente de la cantera del Barcelona. El resto serán los jugadores que lograron el ascenso y otros que se puedan ir incorporando procedentes de la potente cantera del club vasco.

Lo del Elche es diferente. El equipo ha bajado administrativamente de Primera a Segunda y una vez que se ha confirmado el descenso trata de evitar bajar a Segunda B. Para ello debe hacer frente a 7,2 millones de euros que adeuda a los futbolistas de la pasada temporada. En esas condiciones, el club no ha podido fichar y tan sólo han regresado al equipo jugadores que estaban cedidos en otros equipos.

Al Oviedo aún le quedan varias incorporaciones por realizar. Algunas de ellas, como los refuerzos en ataque, se espera que sean las más importantes. Pero parece complicado que cambie el escenario y que el club azul pague por traer a un jugador, salvo que fuera un caso muy excepcional. Y es que el mercado en Segunda navega ahora por otras coordenadas. Ahora lo importante es qué ficha es capaz de pagar un club a un futbolista y mucho menos cuánto va a tener que pagar ese club por incorporar a ese jugador. Pagar a otro club por un traspaso en Segunda es algo de otra época.

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