El oviedismo llegó ayer al Carlos Tartiere con una excepcional presencia de ánimo. El rival, todo un Atlético de Madrid, invitaba a la fiesta y encima era la primera ocasión que tenía la afición para ver en acción a los suyos en casa después del ascenso a Segunda. Así quedó demostrado con una magnífica entrada. Más de 15.000 espectadores para asistir a un encuentro de pretemporada. Todo perfecto... menos la nueva camiseta.
Al público le cambiaba el gesto cuando se le preguntaba por la nueva elástica azul. Lo que más ha dolido a la afición es que el diseño de Hummel para la camiseta del Oviedo sea similar al de otros clubes de fútbol a los que viste esta marca. Tampoco convencen los trazos blancos: ni las líneas que hay en el frontal ni los símbolos de la marca que aparecen en las mangas.
"Mal". Esa es la primera palabra que le sale a Manuel Peliz cuando le preguntas por la zamarra que vestirá esta temporada el conjunto azul. Este aficionado añade argumentos de peso a esta primera reacción: "Me parece mal que sea una camiseta imitación de la segunda equipación del Murcia cuando nos dijeron que era un diseño exclusivo. No es nuevo y además no tiene nada representativo de la ciudad. Hace mucho tiempo que la camiseta tiene la cruz de los Ángeles detrás y esta no la tiene. Esas cosas hay que cuidarlas", añade.
Otra de las palabras que se repiten cuando se pregunta por la camiseta es "horrible". Así la describe Pelayo Bosé, que va más allá cuando habla de la segunda equipación: "La rosa es la camiseta más fea que vi nunca y la azul es igual que todas las de Hummel. Vaya mentira eso de que iba a ser un diseño exclusivo", añade este aficionado para quien la nueva elástica es "como si metes en la lavadora la camiseta del Tenerife y la del Murcia. Te sale la del Oviedo".
También Álvaro Fernández utiliza el adjetivo de "horrible" para describir la camiseta. Pero poco después matiza un poco sus palabras: "Si le quitas las rayas blancas, también lo de las mangas, no está tan mal. No sé qué trabajo cuesta hacer una camiseta azul normal", insiste.
Pero no todo el mundo era tan negativo con respecto a la nueva zamarra. "A mí me gusta. Menos lo de las mangas, por lo demás está bien", decía Juan José Fernández González en el descanso del encuentro mientras daba cuenta de un bocadillo con el que matar el hambre. Otro de los comentarios que se pudo escuchar es que vista en el campo la camiseta mejoraba un poco. "Parece más guapa en el campo que en la presentación", decía Óscar Pérez.
Pero si no se tocaba el tema de la camiseta, ayer en el campo del Oviedo casi todo fue felicidad. Poco importó a los aficionados la derrota y se aplaudió con entusiasmo a un equipo que por fin paseará el color azul, aún con rayas blancas, por la Liga de Fútbol Profesional. El entusiasmo se vio en el campo y se ve en las cifras de abonados que está haciendo el club. Ayer se cumplía una semana del inicio de la campaña de abonados y ya se rozan los 10.000 socios, de los cuales en torno a dos mil corresponden a nuevas altas.
