El guardameta Esteban compareció ayer en rueda de prensa. No lo hizo por petición propia, ya que es el club quién decide el jugador que cada día realiza las declaraciones después de las sesiones de entrenamientos y su presencia fue aprovechada para conocer su opinión sobre la decisión del vestuario de no elegirle como uno de los cuatro capitanes que representan a la plantilla y que esta temporada serán Diego Cervero, Jon Erice, David Fernández y David Generelo.
Fue una decisión que el oviedismo, como se pudo comprobar en las redes sociales, acogió con sorpresa y con muchos interrogantes sobre las razones del relevo.
Ayer, Esteban trató de ser políticamente correcto. Ofreció su versión del asunto, pero sin profundizar demasiado, e incluso trató de quitar importancia a la decisión adoptada por sus compañeros en una votación secreta.
"Se votó en el vestuario y salieron cuatro compañeros, que lo van a hacer perfectamente puesto que varios de ellos ya lo fueron, y este año no me toca a mí. La temporada pasada el club me pidió que asumiese ese rol. Yo sólo dije que por delante de Cervero no quería estar, y a David Fernández le comenté que si no le importaba que cuando no jugase Diego llevara yo el brazalete y dijo que sin problemas. Este año se ha sometido a votaciones y no salí, creo que le da más importancia todo el mundo que el implicado, que soy yo... ahora tengo más tiempo libre para estar en casa y en un club como el Oviedo estaré más relajado" .
Sobre si la decisión le había sorprendido, Esteban señaló que "en el fútbol, después de tantos años, no me sorprende nada. No me puede sorprender, a mí en el fútbol después de tantos años no me sorprende nada. No me sorprende que haya ascendido el Oviedo y no el Cádiz, es fútbol y pasan tantas cosas que ni te debes dejar sorprender, ni te debes dejar influenciar por muchas cosas que al final en tu trabajo, en tu rendimiento, no tienen por qué tomar partido. A mí lo que me importa es ahora jugar frente al Lugo, hacerlo bien, y esa es mi pelea diaria y así llevo desde los 16 años luchando con todo eso."
En el aspecto deportivo, el portero aseguró que " las pretemporadas son la etapa más aburridas, realmente son importantes, pero todo el mundo desean que pasen, al menos yo. Las balas de verdad comienzan el 23 de agosto, y es donde tenemos que estar y llegar bien. Para eso hay que hacer pretemporada y cuidarse, llenar el depósito y empezar a luchar contra nuestros enemigos. Esta pretemporada es verdad que es totalmente distinta en el sentido de la ilusión, el año pasado era de necesidad, todos sabíamos que había que subir, era necesidad... y este año veo más ilusión".
Con respecto a cómo ve la confección de la actual plantilla dijo que "yo soy futbolista y me dedico a entrenar con los compañeros que me ponen. Han llegado nuevos jugadores, algunos con mucha experiencia en Segunda División, otros que han tocado en algún momento la Primera, y en general, todo el mundo intentará hacerlo lo mejor posible para confeccionar el mejor equipo posible. Primero habrá que ver cómo estamos nosotros y luego también el potencial de nuestros enemigos. Hasta que no haya competido contra varios de ellos no me atrevo a decir nada. El año pasado yo veía el potencial de esta plantilla muy por encima del resto, pero en la Segunda hay mucha igualdad... Vamos a pasar épocas en las que en tres puntos estemos diez equipos, y eso va a ser la tónica de la categoría".
En cuanto a los objetivos del equipo, indicó que "ya lo dije en la promoción de ascenso, no nos podemos olvidar de lo del año pasado, no sé a dónde va a ir este equipo, tiene potencial para conseguir muchas cosas, pero sí de dónde salimos. Salimos de Astorga, y llevábamos años ahí. Yo no sé a donde vamos a llegar, pero sí de donde salimos. Esto es un justo premio para los que estuvimos en ello".
Sobre la afición dijo que "nunca falla Tanto la pasada temporada como lo que va de esta, nos sentimos muy arropados. La afición es el motor de este club y tiene un papel muy importante, aunque no juegue en el campo."
Por último, el portero azul indicó que se encontraba "físicamente, perfecto, anímicamente feliz. Juego en el club que quiero, y el cariño que me llevé este verano no tiene precio. A veces me sonrojo con todas las muestras de cariño por la calle y después de cuarenta años casi jugando al fútbol no se puede pedir mucho más".
