Caballero había adelantado (1-2) por segunda vez al Lugo y el Oviedo pasaba por un momento de dudas. El segundo golpe, en un partido en el que los azules estaban haciendo las cosas bien, era una losa muy pesada. Más aún en el regreso del equipo a Segunda, en casa, ante una afición entregada a la que los futbolistas querían dar una alegría.

Pero hubo algo que lo cambió todo y que a punto estuvo de llevar a la victoria al Oviedo. Egea decidió arriesgar, quitar a un mediocentro, Erice -el técnico explicó tras el partido que decidió cambiar al navarro porque llevaba una tarjeta amarilla-, y meter a un jugador mucho más ofensivo, Borja Valle. La entrada del futbolista berciano hizo que Héctor Font se retrasara y ayudara a sacar el balón con más fluidez al ataque. La rapidez de Valle en los metros finales hizo el resto. Enseguida empezaron a llegar las ocasiones claras de gol.

Estuvo a punto de ser el propio Valle el que lograra el tanto del empate en una acción que sacó el central Dealbert de cabeza cuando el balón se colaba. En la siguiente, Linares aprovechó el pase que le sirvió el joven futbolista de Ponferrada para poner el empate. Siguieron llegando las ocasiones para un Oviedo volcado en busca de la victoria.

La buena actuación de Borja Valle abre el debate sobre si el jugador merece ser titular en este Oviedo que el domingo debutó en Segunda. La pasada temporada, tras superar una lesión, se convirtió en un jugador indiscutible como extremo. Él y Susaeta se intercambiaban las bandas durante los partidos y generaban mucho peligro. La llegada de Hervías y el buen momento de Susaeta le han dejado sin sitio en la banda. El domingo demostró que también se puede adaptar a la posición de mediapunta.

Falta ahora saber qué pieza quitar en un once en el que Egea tiene depositado toda su confianza para hacer hueco a Borja Valle. El técnico argentino ha insistido toda la pretemporada en la pareja de pivotes que forman Erice y Villa. Romperla para colocar más atrás a Héctor Font y por delante a Borja Valle parece que daría más prestaciones ofensivas al Oviedo. Pero quizá también menos seguridad defensiva.