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Fútbol | Copa Federación

El Requexón decidirá el finalista

Marino y Oviedo B son incapaces de marcar tras un partido con dos partes muy diferenciadas que supuso la reaparición del defensa Boris

Samuel protege el balón del acoso de David Ibarra, con Pablo Hernández detrás. RICARDO SOLÍS

Marino y Oviedo dejaron para la vuelta, en El Requexón, la resolución de la eliminatoria de semifinales de la Copa Federación. En el primer asalto, en Miramar, hubo un tiempo para cada equipo y escasas oportunidades. La nota emotiva la puso el exoviedista y actual defensa del Marino, Boris, que reapareció tras nueve meses lesionado.

El filial oviedista salió al campo con más ideas que el Marino y dominó buena parte del primer tiempo. Pronto dispuso de una ocasión de gol, en un remate de cabeza del central Castiello tras el saque de una falta. Poco después del cuarto de hora, el que llevó peligro a la portería de Davo fue David Ibarra, en el lanzamiento de una falta, pero en esta oportunidad su disparo salió rozando el poste izquierdo de la portería luanquina.

El Marino intentaba sacudirse el dominio, pero le costaba mucho llegar a las inmediaciones del área de Marcos. El entrenador local, Blas García tuvo que remodelar el equipo por las numerosas ausencias, entre las que figuraban las de Guaya, Espolita y Geni, con problemas físicas tras el partido de Liga de Colunga.

El signo del partido cambió radicalmente tras el descanso, con un Marino que pasó a llevar la iniciativa y a disponer de buenas oportunidades para adelantarse en el marcador. A los 59 minutos Marcos, muy atento, detuvo un remate de Álvaro Viña tras un centro de Dani López. Y un minuto más tarde, con los mismos protagonistas por parte luanquina, el remate de cabeza de Álvaro Viña salió alto.

El entrenador visitante, Juan Fidalgo, realizó numerosos cambios en el tramo final del partido, pero su equipo no recuperó las buenas sensaciones y Davo vivió una plácida segunda mitad. En los últimos minutos, los dos equipos reclamaron sendos penalties. Los marinistas, por un posible derribo de Castiello a Imanol. Y los visitantes, tras una jugada entre Pablo Suárez y Viti. En el último minuto, el Marino se llevó el mayor susto del partido, tras un córner que Héctor cabeceó al poste izquierdo de la meta local.

Blas García aprovechó el descuento para dar entrada a Boris. El veterano defensa fue recibido con una gran ovación para premiar su esfuerzo, que le permitió reaparer tras superar una grave lesión de rodilla hace nueve meses.

Aún no hay fecha para el partido de vuelta de la eliminatoria entre el Marino y el Oviedo B. Se barajan las del 8 y el 10 de septiembre, dado que el primer equipo oviedista tiene el 9 la eliminatoria de Copa del Rey.

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