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Fútbol Segunda División: El ambiente

Una afición profesional

El Tartiere supo empujar al Oviedo en los peores momentos de su regreso a la categoría de plata

La afición azul disfrutó, ayer, con el regreso del equipo a Segunda. MARÍA GÓMEZ

El de ayer no fue un día cualquiera en el Tartiere. El Oviedo regresaba a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la afición suspiraba porque el árbitro pitara y así dejar atrás doce años en las tinieblas. Un silbido que abría un nuevo horizonte. El que se dibuja con el Oviedo en el exclusivo club de la LFP.

Y si el equipo estuvo bien en su estreno liguero, su afición dio una lección de cómo empujar a los suyos. El público del Tartiere empujó al equipo en los momentos malos del encuentro y el Oviedo a punto estuvo de conseguir la victoria en los últimos y frenéticos minutos.

El primer golpe se lo llevaron los de Egea con el golazo que consiguió Pita. La respuesta de la grada fue animar con más fuerza y gritar al unísono "¡Hala Oviedo!". Cuatro minutos duró el disgusto. Los que tardó Vila en hacer el primer tanto del Oviedo en Segunda tras doce años en el infierno. El Tartiere estalló. "Locos por verte ganar" fue el himno elegido para celebrarlo.

Más costó reponerse del segundo golpe de la tarde. El Lugo volvía a adelantarse. Una vez recuperado, el oviedismo se fue haciendo con el control y el equipo lo notó. El Oviedo se tiró al ataque. Llegaron las ocasiones. Y el gol de Linares. Y el éxtasis en la grada. "Ahora Oviedo, ahora", coreaban los entregados seguidores azules. Entre ellos los de la Peña Azul Moscona, que fueron andando desde Grado hasta el Tartiere para cumplir la promesa que hicieron tras el ascenso. Apretaba el Oviedo. Entró Cervero. El público enloqueció. Un gol del capitán hubiera sido el delirio. No llegó. Pero la afición se fue satisfecha. Ya están de vuelta.

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