La mayor alegría: El ascenso a Segunda División, después de doce años fuera del fútbol profesional.

El mayor disgusto: El descenso deportivo y administrativo del año 2003.

El jugador que le marcó: Hubo muchos jugadores muy importantes que dejaron huella en la historia del Real Oviedo. Pero si tuviera que elegir solamente a uno, escogería a Sánchez Lage.

Por un éxito de su club sería capaz de: ir caminando desde Navia en peregrinación al Carlos Tartiere.

La mayor locura: Sería que el Real Oviedo se clasificase para jugar la Champions League.

Un sueño: Ver al Real Oviedo levantando un título, eso sería algo espectacular.

La alineación ideal con los jugadores que conoció: Esteban, Abel Xavier, Jerkan, Sañudo, Rivas, Paquito, Paulo Bento, Sánchez Lage, Duvobsky, Marianín y José María.

Cuántas discusiones tuvo por el fútbol: Innumerables, prácticamente todos los días, sobre todo después de una jornada liguera.

El día que perdió los papeles: El partido de vuelta de la Copa de la Uefa, contra el Génova, cuando el árbitro no pitó un penalti claro que le hicieron al Real Oviedo, y Lacatus fue expulsado dejando al equipo con diez.

Qué le diría al eterno rival: Que traten de mantener la categoría, para poder el año que viene disputar un derbi en lo más alto.

Una sugerencia para mejorar su club: Mejorar los accesos al estadio, ya que son bastante malos y después de un partido se forman largas colas de coches y de peatones en las escaleras de acceso.