El Tartiere registró el miércoles en el encuentro de Copa del Rey ante el Valladolid una de sus peores entradas en años. El club no facilitó datos oficiales, pero en las gradas se vieron pocos aficionados y se calcula que serían en torno a unos 3.000 espectadores los que acudieron el miércoles al campo. Lo que es un hecho es que la pasada temporada, ni en Liga, en Segunda B, ni en las tres rondas de Copa del Rey que disputaron los azules se vio un Tartiere con tan pocos aficionados.

El horario del encuentro, las 22 horas de un miércoles laborable, y el hecho de que fuera televisado en abierto por Teledeporte supuso un freno para muchos espectadores. El precio de las entradas, 10 euros para los abonados y 30 la entrada normal, fue otro impedimento para muchos de los aficionados.

La peor entrada que registró el municipal ovetense la pasada temporada llegó también en un partido de la Copa de Rey. En este caso en la primera eliminatoria que diputaron los azules, la que ganaron (4-0) al Amorebieta. Un partido al que acudieron 7.751 aficionados. Para acercarse a una entrada similar a la del miércoles en el Tartiere habría que remontarse algunas temporadas atrás. En la 2010-11, ante el Mirandés, la entrada fue de 4.354 espectadores. En esa misma campaña, ante el Palencia, se volvió a registrar una entrada inferior a los 5.000 espectadores. En este caso fueron 4.703.

Borja Valle entendía las razones que llevaron a la pobre entrada que se registró el miércoles ante el Valladolid: "Esta claro que ni el horario, ni el colegio de los niños ayudaba. Era muy tarde y lo televisaban", añadía el berciano. El futbolista azul no tiene duda de que fue algo esporádico: "Sé que el Tartiere no nos va a abandonar, la gente siempre va a responder, no le doy importancia porque sé que en el siguiente partido en casa el Tartiere va a estar como siempre a rebosar". Sí que reconoció que se les hizo algo extraño ver el campo con tan poca gente: "Se te hacer raro porque es un campo muy grande".