A lo largo de su trayectoria en el Oviedo, a Egea le ha costado optar por un sistema con dos delanteros puros. La temporada pasada, Font era el centro del universo ofensivo. En ocasiones en las que el equipo pedía más presencia en el área contraria, el argentino optaba por formar a Cervero con Linares. Solo en ocasiones muy especiales. Cuando se le cuestionaba por qué no probaba más a menudo, el argentino solía contestar que le gustaba Linares como jugador más adelantado y no por detrás de un ariete.

Esta temporada el panorama ha cambiado. Egea tiene más amplitud de plantilla y más opciones para variar el registro. A Linares y Cervero se ha sumado Toché, un delantero contrastado que llegó a Oviedo con la vitola de delantero importante en la categoría. Sin pretemporada al mismo ritmo que el resto, el ariete ha tenido que conformarse hasta ahora con un papel más residual.

La evolución de Toché en los entrenamientos hace imaginar que su puesta a punto va por el buen camino, aunque aún le queda refrendarlo en los partidos. Linares ha demostrado hasta la fecha que es una referencia fiable en el ataque. Suma tres goles y trabajo incansable en cada choque. Cervero solo ha disputado hasta ahora 12 minutos pero siempre ha dejado buenas sensaciones.

La próxima recuperación de Koné, que ya se entrena a pleno rendimiento, sumará otro efectivo al ataque. Podría ser el momento en el que Egea se decida a jugar con dos delanteros puros desde el inicio.