El buen rollo entre pucelanos y carbayones viene de lejos. De aquellos tiempos por Primera, cuando los dos equipos paseaban con orgullo su nombre por los campos de España. Está aquel 3-8 del Valladolid en el Tartiere, que algunos entendieron como un síntoma inequívoco de las buenas relaciones entre ambos, pero el asunto venía incluso de antes. Cada partido en la élite se convertía en una fiesta entre aficionados.

Han tenido que pasar 14 años desde la última vez en la que los dos clubes históricos se vieran las caras sobre el terreno de juego. El más inmediato precedente en Zorrilla se remonta a la temporada 2000-01, concretamente el 15 de abril de 2001, con los dos conjuntos en Primera División. En aquella ocasión se impuso el Valladolid por 1-0 gracias a un solitario gol de Pavón a los 74 minutos de juego. Un chut ante el que nada pudo hacer Esteban tras detener su primer intento. Antic alineó esa tarde a Esteban, Pablo Suárez (Raúl, min. 76), Danjou, Boris, Rabaribony: Amieva (Rubén, min. 67), Onopko, Tomic, Iván Ania; Paunovic y Oli,

El deseo de recuperar aquella relación y el ansia de la afición azul por regresar al fútbol profesional hará posible que hoy se viva una fiesta en la grada. Serán más de 2.000 los aficionados azules que se desplacen a Zorrilla. El conjunto pucelano envió en una primera remesa 1.532 localidades al precio de 20 euros para que el Oviedo las repartiera entre sus aficionados. Se hizo entre las peñas y la propia entidad carbayona en apenas un día. Vendidas todas las localidades, el Valladolid envió otras 250 entradas a 25 euros. A las más de 1.700 localidades vendidas durante la semana se unirán los aficionados azules desplazados de otros puntos de España (en especial desde Madrid) y desde Oviedo que viajarán hoy mismo y adquirirán el pase en el mismo estadio.

Las horas previas y el descanso estarán amenizados por diversos actos organizados por Cuatro Rayas, patrocinador del club blanquivioleta. Con las inmediaciones de Zorrilla como punto de encuentro se podrán comprar bufandas conmemorativas con el lema que preside el choque: "Hermanos de fútbol". También se repartirán pulseras con la misma frase entre los asistentes al choque. Escasos minutos antes de que se inicie el choque, los dos equipos saltarán al terreno de juego con camisetas que llevarán impreso el mismo lema que preside los actos del encuentro.

También se ha querido hacer un guiño a etapas más gloriosas de ambos clubes y dos jugadores emblemáticos harán el saludo desde el centro del campo antes de la disputa del choque. Por parte del Valladolid acudirá José Luis Santamaría, zaguero de los pucelanos en la década de los 90; mientras que por la expedición azul acudirá César Martín Villar, excentral del Oviedo y actual director de relaciones institucionales.

Durante la disputa del choque está previsto otro guiño entre aficiones. El Valladolid invita a los seguidores de ambos clubes a hacer un "bufandeo" conjunto en el minuto 14 de encuentro.

Además, el descanso también estará amenizado por los seguidores. Sobre el terreno de juego se hará un torneo de lanzamiento de penaltis entre aficionados de Valladolid y Oviedo.

La buena relación fuera del campo precederá a un duelo importante entre dos clubes que quieren estar arriba cuanto antes. Para el equipo de Garitano, el encuentro se presenta como una obligación de sumar los tres puntos. Hace tres semanas que los pucelanos no ganan (2-2 en Soria, 0-0 ante el Nástic en casa y 1-1 en Huesca) y la presión por estar en los puestos de cabeza empieza a pesar en las piernas de los futbolistas.

El Oviedo cuenta con el plazo lógico que se concede a un recién ascendido hasta que se adapte a la competición, aunque los tres partidos sin ganar (1-2 ante el Girona, 1-1 en Elche y 1-1 contra el Mallorca) no le deja mucho margen de error. Debe regresar a la senda de la victoria.