Prueba de ello es que en toda la primera mitad un disparo de falta de Verdés en el comienzo del encuentro y otro de Aguirre fueron los únicos tiros entre los tres palos. No obstante, la mejor ocasión de los oviedistas llegó en el último minuto, con una buena combinación de Linares y Bedia, con apertura a la incorporación de Fernández, pero el centro-chut del defensa salió rozando el poste derecho.
El Mirandés no hizo gran cosa, pero tampoco le hizo falta. Se puso por delante en el marcador y se defendió con orden, presionó bien la salida de balón de los azules y concedió muy poco en esta primera mitad. Tras el descanso, las cosas se le pusieron cuesta arriba a los azules, ya que en el minuto 51, el colegiado mostró la segunda tarjeta a Bautista, tras una acción en la que el jugador azul fue objeto de una falta y reclamó la amarilla para el rival.
Egea arriesgó y pasó a jugar con tres atrás. El Mirandés tuvo más espacios, pero no concretaba sus llegadas. La salida de Koné al campo le dio otro aire al Oviedo, aunque cuatro minutos después el Mirandés iba a anotar su segundo gol en una jugada por la banda izquierda de Lago Junior que Abdón remató a la red.
Cuando lo tenía todo en contra, reaccionó el Oviedo y Koné en una gran acción individual, con mejor finalización acortó distancias y despertó al Tartiere.
Quedaban 18 minutos y los azules se volcaron en busca del empate, lo que consiguió Verdés a tres minutos del final al rematar de cabeza un saque de esquina.
La prórroga parecía que iba a ser un paseo para el Mirandés, pero no fue así. Los visitantes marcaron el tercer gol en una jugada en la que Erice estaba tendido en el terreno de juego y con un remate de Abdón en posición de fuera de juego. A pesar de todo, los azules no decayeron y tuvieron opciones, entre ellas dos disparos al larguero para volver a empatar un partido en el que recibieron un excesivo castigo.
