Sergio Egea se ha encargado de repetirlo en cada ocasión que puede y la idea ha calado en el vestuario. La descompensación defensiva del Oviedo, irrefutable a la vista de los números, no es un asunto exclusivo de la zaga. El equipo de Egea sufre más que nunca en su área y el entrenador cree que es un problema de todo el equipo. Del primer delantero a Esteban. Koné es uno de los futbolistas que en principio menos tienen que aportar a la faceta defensiva. Pero el buen funcionamiento, argumenta Egea, afecta a todos. "El aspecto defensivo tiene que ser trabajado por todos. Todos debemos ayudar a que el equipo mejore en defensa", explica el africano. La lección, al menos la teórica, está perfectamente aprendida.
No es una situación desesperada la de los azules. Ni mucho menos. El Oviedo es octavo, tiene la zona de play-off a tiro (un punto) y las sensaciones en líneas generales son buenas. El conjunto de Egea pasó por una fase de aclimatación a una nueva categoría, lógico para un recién ascendido, antes de encontrar su estilo. El sistema con dos delanteros le hizo ganar en identidad.
Pero quedan por llegar más ajustes. Los goles en contra se presentan ahora como el principal punto negro en una propuesta atractiva por el fútbol ofensivo. Un sistema que premia a los delanteros como Koné, una posición con peso en la configuración de la plantilla. Pero los atacantes también escuchan el reclamo de su entrenador. "Hay que trabajar más fuerte. Es importante estar concentrados los noventa minutos para no seguir encajando", asegura el marfileño.
El domingo llegará al Tartiere el Bilbao Athletic, un equipo peligroso como cualquier filial. Repleto de futbolistas descarados y con talento que sin embargo no está teniendo un comienzo especialmente brillante en la competición. Los de Ziganda son penúltimos en la tabla, han sumado sólo 8 puntos y acumulan cinco partidos sin ganar, con 2 puntos sobre 15 posibles. Un dato que llama la atención es su pobre eficacia anotadora: sólo han marcado seis goles. Son el equipo menos goleador de Segunda.
Por eso, el test del domingo cobra especial importancia. Aunque los números no les ayuden, el vestuario no se fía de la presumible endeblez del filial rojiblanco. "Tras la derrota en Ponferrada, que dolió, sólo pensamos en ganar al Bilbao Athletic. Y no será nada sencillo. Es un equipo que juega muy bien al fútbol, tendremos que hacerlo bien si queremos quedarnos con los tres puntos", indica Koné.
El marfileño sabe que el discurso oficial ahora pasa por ayudar al equipo a defender mejor, ser más sólido y dar un paso más hacia un conjunto competitivo que aspire a los puestos más altos de la tabla. Algo similar a lo que ocurrió la temporada pasada. Pero el delantero es consciente de que su principal aportación está arriba, cerca del área contraria. "Poco a poco me voy encontrando bien", señala, "la lesión ya está olvidada y con los entrenamientos y los partidos voy mejorando. Me encuentro mejor que el primer día que jugué, pero aún me queda". Y se atreve a poner una cifra orientativa a sus sensaciones: "Creo que aún estoy a un 70 por ciento de mi mejor versión".
