Esteban, sin pelos en la lengua, analizó lo ocurrido al final del choque. "No estuvimos tan finos", empezó su análisis; "duele más por la forma en que llegó la derrota pero no excusa. Seguro que en el Numancia pensaban que debían ir antes por delante en el marcador". El vestuario acepta que la derrota de Soria no llegó en la mejor actuación posible. Sergio Egea se agarró en su análisis a las dos acciones marradas por Toché y Linares y al error de Borja Gómez para justificar el resultado. "En Segunda, los fallos definen los partidos", dijo aunque sonó más a tratar de proteger a sus futbolistas que a análisis real. De puertas hacia dentro, la crítica sí existe.

El Oviedo perdió en Los Pajaritos una ocasión única de colarse entre los puestos de cabeza. Ahora es 13º, con 16 puntos: a dos del play-off y a tres del descenso. Cayó dejando malas sensaciones sobre el césped y con una versión menos atrevida que la que lucía al comienzo de temporada. El equipo de Egea ha bajado el nivel en las dos últimas semanas. Tras la derrota en Ponferrada, las dudas han asaltado al cuerpo técnico. "Nos hemos dado cuenta de que en Segunda hay que ser más 'amarrategui'", comentó el viernes Egea ante los medios para justificar un estilo más defensivo. Tras el empate ante el Bilbao Athletic se trataron de enfatizar los aspectos positivos de una zaga solvente. En Soria apenas existió el juego asociativo pero tampoco el equipo defendió con orden. Solo las intervenciones de Esteban impidieron que la meta fuera batida antes del fatídico minuto 84.

"En la primera parte, el duelo estuvo más igualado pero en la segunda hubo muchas acometidas de ellos. También tuvimos la opción al palo de Linares, que pudo cambiar el choque, pero al final todo cambió", se lamenta Esteban. Borja Valle, que una vez recuperado de su esguince en la rodilla volvía a disfrutar de minutos en el césped, también ofrece su lectura: "Tuvimos ocasiones para ponernos por delante, pero ellos sí acertaron y nosotros, no. Esa es la lectura". Pero el berciano profundiza a continuación sobre más claves de la derrota. "Si hay que analizar algo, quizás sea la intensidad en algunos momentos del partido, el saber leer el partido o frenarlo cuando conviene", indica.

Tras el cambio drástico del Oviedo en las dos últimas semanas (cero goles a favor y uno en contra cuando se acostumbraba a ser peligroso en las dos áreas), el centrocampista tiene claro cuál es la clave para mejorar. "Hay un punto medio que debemos encontrar, pero sí es cierto que va a haber partidos en los que vamos a dominar y a hacer muy buen fútbol porque hay jugadores para ello, y va a haber otros en los que nos dominen y nos tengan contra las cuerdas", señala. Y manda un mensaje de optimismo: "Se arreglará".

Esteban es otro de los que enarbolan el lema de la recuperación. Después de cada derrota, el avilesino siempre repite una misma idea: "En el Oviedo, es obligatorio levantarse después de cada tropiezo". Tras perder ante el Numancia, la rutina está marcada: "Yo siempre he tenido clara una cosa: las derrotas dejan de hacer daño desde que el árbitro señala el final del partido. Las victorias sí puedes saborearlas hasta el miércoles. Después toca levantarse y rendir al máximo para satisfacer al cuerpo técnico. Así llevo haciendo en los últimos 20 años".

El plan de recuperación marcado por el veterano guardameta hace que las vistas se fijen ya en el partido del domingo, ante el Nástic de Tarragona en el Carlos Tartiere. Al Oviedo le espera en las próximas semanas un calendario exigente. El domingo recibe al Nástic, que ahora es cuarto en la tabla. Después de este choque, a los de Egea les toca jugar dos partidos seguidos lejos de Oviedo. Será ante el Huesca, 14º, y el Córdoba, actual líder de la competición.

Borja Valle señala la dirección a seguir para regresar a la buena senda. "La clave reside en que hagamos nuestro fútbol, saquemos nuestras cualidades y se pulan los errores, independientemente del equipo al que nos enfrentemos", defiende el berciano.