Con todos los focos puestos en la seguridad defensiva del Oviedo, el frente de ataque parece haber pasado a un segundo plano. Ya no se registran partidos con alto índice anotador, como ocurría al principio. Pero el Oviedo ha crecido en la tabla. Y los delanteros destacan ahora por su ayuda en las labores de contención. Una tarea que, según explica Linares, realizan con la mejor de las sonrisas. "A mí lo que me preocupa es que el Oviedo gane", zanja Linares el debate; "Así me voy feliz".

Con un solo gol en contra en los últimos cuatro encuentros, el saldo de los azules ante la meta de Esteban ha mejorado sensiblemente. Ni rastro del Oviedo que recibía goles con asiduidad en las primeras jornadas. En el cambio experimentado influyen varios factores. Uno de ellos es el trabajo de los delanteros. "Hemos dado un pequeño giro, empezando por los puntas", señala Linares. "El equipo lo nota. Llevamos una racha muy buena gracias al equilibrio defensivo. En esta categoría es esencial no encajar. Si recibes pocos goles vas a sumar muchos puntos", añade.

Además de incidir en el buen balance defensivo, la victoria en Huesca le sirve a los azules para dar otro paso más en la tabla. La segunda zancada consecutiva en la competición, que deja al Oviedo quinto, llega tras un ejercicio de supervivencia en Huesca. "Quedó claro que también podemos sumar en condiciones adversas. Como ocurrió con el viento de Huesca", analiza Linares.