No todo es una cuestión de números, aunque las cifras ayudan. La tabla, datos acumulados a lo largo de una temporada, es clara sobre los méritos y deméritos de cada equipo. Hasta ahora, la trayectoria azul ha servido para ver al equipo en la octava plaza. Preguntado por el lugar al que podría optar el Oviedo este año -el mensaje más repetido desde el vestuario es el de "margen de mejora"- Jon Erice tira de números: "Si hubiéramos ganado en Córdoba, nos hubiéramos puesto terceros, con 25 puntos". El peligroso juego de las hipótesis.

Pero el navarro apoya su juicio en algo que sobrepasa los números, en las sensaciones. "El balance hasta ahora es para estar contentos. Con el paso de las jornadas vamos mejorando. Hemos ganado en intensidad defensiva; ahora nos llegan menos. El otro día, el líder nos crea dos ocasiones de gol", enfatiza el centrocampista.

Para Erice el camino es de mejora. El Oviedo da pasos hacia un objetivo, no se dice en voz alta pero todos piensan en los puestos punteros. Pero antes, el equipo aún tiene que seguir creciendo. "Cuando empezamos se hicieron once fichajes y nos es fácil acoplar a todos tan rápido. Con el paso del tiempo nos vamos conociendo mejor y vas automatizando todo", analiza. Aunque evita caer en el discurso conformista: "Sabemos dónde estamos; el Oviedo histórico, aquí hay exigencia. Tiene un proyecto que muchos otros quisieran y te hace tener una exigencia máxima diaria".

Erice es uno de los fijos en el esquema de Sergio Egea. Indiscutible para el argentino en el once, ha disputado hasta ahora 1.318 minutos (el 98 por ciento de total). Sólo Esteban y Peña, con los 1.350 minutos totales sobre el campo, le superan. Además, es el futbolista de Segunda División que más pases ha completado en lo que va de Liga, 851, por delante de Seoane (del Lugo) con 763 envíos y Campaña (Alcorcón) con 752.

Erice aprovecha la ocasión para reivindicar el papel de los fijos en el esquema de Egea. "La continuidad en el equipo viene porque el entrenador saca el once que cree que va a ganar el partido. No he conocido un técnico que ponga a alguien que crea que no tiene que jugar", argumenta el navarro, que incide en su análisis: "Hay un entrenador que elige un once. Aquí y en cualquier lado. Se habla de equipos en los que el presidente hace la alineación y nos quejamos? Decimos: '¡Vaya vergüenza!'. Aquí tenemos un entrenador que hace la alineación. Cada uno tiene sus gustos pero hay una persona que tiene que hacer el once. La continuidad refleja lo que se ha ganado cada uno".