El Llagostera es un equipo de los que aparecen muy de vez en cuando, desafiando la lógica del deporte profesional, donde los medios y los presupuestos marcan quién está y quién no. Y contra pronóstico, pero con ilusión y seriedad en la gestión económica y deportiva, se cuelan sin que nadie los espere.
Ejemplos de este tipo los vimos en Primera División con el Extremadura hace ya unos años o con el Eibar de ahora.
En estos casos siempre suele haber alguien que aglutina los méritos para conseguir la hazaña. En el Llagostera es Oriol Alsina, que ha llevado al equipo de regionales a Segunda División, en una ciudad con una población de 8.000 habitantes, algo así como si en Asturias ascendieran a la Liga Adelante el Cánicas, el Praviano o el Navia. Algo habrá hecho bien. Vaya desde aquí mi reconocimiento.
Es evidente que cuando comienza la liga todos les meten en el saco de los candidatos al descenso, pero, como ya demostraron la temporada anterior, la teoría y la práctica no siempre van de la mano y como se suele decir, los partidos hay que jugarlos. A pesar de su bajo presupuesto, con solo 1.200 socios y teniendo que jugar en el estadio de otro club, fuera de su localidad debido a la normativa de la LFP, compiten francamente bien en la categoría. Su lugar en la clasificación les sitúa en descenso, pero la igualdad está más que demostrada este año, así es que? " que nadie se fíe".
Sus números demuestran un claro empeoramiento cuando juega fuera de casa; ahí reciben el 70% de los goles y marcan el 30% de los que llevan. De sus 16 puntos sólo 4 han sido lejos de su estadio.
Tras la resaca de la Copa del Rey ante el Deportivo no será fácil acertar un once titular para el domingo. Sin tener jugadores de renombre, y dentro de sus posibilidades, han hecho una plantilla equilibrada, bloque difícil de batir, donde sus mejores armas radican en la disciplina defensiva y en la cohesión del grupo.
Hasta ahora se le han dado bien equipos potentes como Zaragoza, Alavés o Valladolid.
En la elaboración no se complican, evitan la circulación con muchos pases, utilizando preferentemente el juego más directo, tratando de ganar las disputas arriba y acompañando los jugadores del centro del campo, pudiendo así tener el balón en campo rival. Sus pivotes buscan los cambios de orientación largos para desahogar el juego y tratar de sorprender por bandas. Cuando inician el juego combinando desde atrás, plantean una línea formada por los centrales con un pivote y a partir de ahí buscan los movimientos de los hombres de arriba.
Parecen tener claro lo qué deben hacer en cada momento, y sin ser un equipo de juego vistoso o con jugadores que destaquen sobre otros por sus cualidades físicas, no se les pueden dar concesiones, porque con su juego voluntarioso, pelean cada balón, cualquier despeje, un mal pase que puedan presionar?, y acaban haciendo daño.
En la portería han jugado los tres porteros que tienen, cuatro partidos cada uno.
Además de la mencionada disciplina táctica y su compromiso sobre el campo, podemos destacar alguna característica como el saque de banda larguísimo de Samu, con el que ya han hecho dos goles. Otro aspecto a tener en cuenta es la zurda de Pitu, cada temporada marca de falta directa, y en ésta ya lo ha hecho.
En el centro suelen utilizar dos pivotes, más de contención, como Tito y Escassi, aunque la aportación de calidad de Pitu también es habitual.
En ataque han variado jugadores, pero no el estilo de juego, y probablemente Chumbi y Benja sean los titulares frente al Oviedo. Jugadores rematadores pero que aportan también mucho trabajo al equipo.
