En el sismógrafo de ovaciones en el Tartiere hubo el domingo un acontecimiento que igualó en intensidad a los dos goles azules. Egea decidió agotar sus cambios con la incorporación de Diego Cervero al terreno de juego. El delantero, en el papel más residual de su carrera, sigue siendo uno de los favoritos del Tartiere, que le recibió con una sonora ovación. Horas después de su escasa pero celebrada contribución a la victoria carbayona, el delantero agradece las muestras de cariño. "Es un orgullo y un privilegio tener minutos en el Oviedo", recita el delantero en contestación a las muestras de cariño. "Me hizo mucha ilusión tener el gusanillo en el prepartido y poder disfrutar después de algunos minutos en el campo".

Las actuaciones de Cervero esta temporada están condensadas en pocos momentos. Cuatro minutos en el debut ante el Lugo, nueve en Elche, uno el domingo. Súmese a todo ello, el tiempo añadido de cada partido. Y solo cinco convocatorias. Insuficiente en todo caso para acabar con la moral del delantero. "Todo el mundo puede verlo: Tenemos tres delanteros de mucho nivel: tienen tres oportunidades y dos van para adentro. Yo vengo a El Requexón con mucha ilusión cada día, feliz porque estoy en el equipo que quiero y en Segunda", argumenta Cervero, que no pierde la esperanza de aportar más cosas al equipo: "De esto sé un poco y al final, con el trabajo, las oportunidades llegarán. Hasta que eso pase me toca disfrutar con el equipo. Luchar por minutos con grandes delanteros me hace crecer como persona y como futbolista".

Las decisiones de Egea le dan poco protagonismo al canterano azul. En la intensa búsqueda de la pareja de delanteros más eficiente, el argentino parece situar a Linares y Koné como los elegidos. Al menos de momento. A Toché le correspondería un papel secundario, como alternativa en las segundas partes. Y Cervero lucha en este panorama por entrar en las listas. Pero su ánimo permanece intacto. "Estoy ilusionado. Me he quedado las cuatro últimas semanas fuera de la convocatoria y cuando eso ocurre marcho a casa fastidiado pero soy consciente de la situación. Estamos arriba en la tabla, disfrutando en el fútbol profesional. No hay que olvidarse del pasado para disfrutar el presente", razona el punta. "Cuando me retire, con lo que me voy a quedar es con las muestras de cariño de la gente", incide.

Saboreados los minutos del domingo, el objetivo ya se fija en el siguiente rival. Será el competitivo Mirandés, el domingo (19.15 horas) en Anduva. El planteamiento del vestuario no es muy diferente al de otras visitas, como reconoce Cervero: "Quedan dos partidos para el parón navideño, el momento de hacer cábalas. Vamos a un campo donde es bonito jugar, contra un rival que tiene las cosas muy claras y está en la zona alta. Vamos a por los tres puntos porque los equipos que alcanzan los 30 puntos están empezando a desmarcarse del resto".