El susto en el entrenamiento del Oviedo lo dieron ayer primero Borja Valle y más tarde Linares. Los dos atacantes azules se tuvieron que retirar antes que el resto de sus compañeros de la sesión de entrenamiento.

El primero en marcharse fue Borja Valle, que lo hizo pocos minutos después de comenzar la sesión. Sergio Egea preguntó al jugador berciano si sentía dolor y el futbolista le respondió afirmativamente y abandonó el campo de entrenamiento de El Requexón. Un rato más estuvo con sus compañeros Linares, aunque también unas molestias le impidieron aguantar la intensa sesión.

Todo hace indicar que en los dos casos fue sobre todo por precaución y para evitar perder de cara al choque del domingo ante el Mirandés a dos futbolistas de tanta importancia en el equipo. El resto completaron todos la lesión, con la ausencia del lesionado Generelo.