-¿Qué hace Sergio Egea en su tiempo libre?
-Soy muy casero. Por las tardes salgo a caminar al parque. Soy solitario, poco sociable. A veces tomo unos vinos en La Florida, con gente al margen del deporte. No hablo con ellos de fútbol. Desconecto. Los partidos por la tele sí los veo, siempre se puede aprender. Pero no soy de 24 horas del fútbol.
-¿Le gusta Oviedo?
-Es preciosa, me encanta. Es ordenada y limpia. Eso es para mí importante. Es una ciudad para caminarla bien.
-¿Se siente querido por la gente?
-Continuamente. Voy mucho a caminar por Purificación Tomás y ahí hay muchos oviedistas que te dicen cosas, te apoyan. Eso te llega. Gente mayor muy oviedista, por ejemplo. Voy a comer a cualquier sitio y recibo lo mismo. Es una responsabilidad grande.
-¿Otros lugares de Asturias que le hayan gustado?
-Me gustó Ribadesella. También Belmonte. Felechosa, Llanes... Me gustan los pueblos.
-¿Playa o montaña?
-Playa, nací en playa.
-¿Un sitio para comer?
-A Casa Lobato he ido bastante. También a De Labra. Y en Casa Lin se come muy bien. También he ido a la Corte de Pelayo, donde tienen el mejor cachopo. Y la Parrilla de la Tierra. Aquí se come bien en todos lados, condimentan bien. A mí me gusta la cuchara, aquí lo tengo fácil.
-¿Una película reciente?
-Soy más de clásicos pero la última que vi fue la Teoría del todo, sobre Stephen Hawking. Me sorprendió.
-¿Un entrenador de la élite al que admire especialmente?
-Me gusta mucho la manera de gestionar de Vicente del Bosque o de Ancelotti. Gente que está en la sombra. Hay entrenadores que no me gusta cómo se exponen como primeras figuras porque saben manejar lo mediático pero este juego es de los futbolistas. ellos son protagonistas.
-¿El mejor jugador al que haya entrenado?
-Guti, en el Madrid B.
-¿Un deseo para 2016?
-Que nos vaya bien: salud, trabajo y que la afición esté feliz. Eso será buena señal.
