La alegría sigue reinando en el casa azul con la llegada del nuevo año. 2016 comenzó con un empate (1-1) que deja un gran sabor de boca al Oviedo. Y es que los de Egea sumaron un punto en un campo tan complicado como el del Leganés. Un resultado que además les sirve para completar su mejor racha en lo que va de temporada. Los azules han sumado diez de los últimos doce puntos posibles. Es la segunda vez esta campaña que encadenan cuatro jornadas sin perder, pero en la anterior ocasión fueron dos empates y dos victorias entre las jornadas seis y nueve. Esta vez el Oviedo logró sumar tres triunfos seguidos y el domingo añadirle un punto con el empate logrado en Madrid.
Egea ya advirtió en las primeras jornadas que el objetivo del Oviedo era mantenerse en el grupo de cabeza. La teoría del técnico argentino es que dispone de una amplia y competitiva plantilla que le va a permitir mantener e incluso aumentar el nivel con el paso de las jornadas, algo muy importante en una Liga tan larga como la Segunda División. Los hechos le van dando la razón al entrenador azul y el equipo mejora conforme pasan las jornadas. En las siete últimas ha sumado los mismos puntos (16) que en las doce primeras.
Un acelerón que ha permitido al Oviedo colocarse como la principal competencia del Alavés y el Córdoba por alcanzar uno de los dos puestos de ascenso directo. El rival que está mostrando más debilidad de momento es el Córdoba, que es segundo y sólo tiene ya un punto de ventaja sobre el equipo azul tras perder (1-2) el domingo en casa ante el Mirandés.
Una de las grandes virtudes que está teniendo el Oviedo es la regularidad. Un valor que conserva del año pasado. En la temporada pasada, la del ascenso a Segunda, el Oviedo no perdió nunca dos partidos seguidos. Este temporada, ya en Segunda, tampoco han encadenados aún dos derrotas consecutivas.
Otro de los méritos que destaca Egea de este Oviedo es el de haber conseguido conformar un equipo donde al principio tan solo había nombres. Al técnico no le ha gustado que en este inicio de Liga casi todos los rivales que se iban a enfrentar a ellos les colocaron como el gran favorito al ascenso. Un papel que no suele corresponder a un equipo que acaba de llegar a la categoría. Pero el Oviedo ha sabido llevar esa presión que le han puesto los rivales y se ha consolidado en los puestos de arriba.
Para conseguirlo Egea ha encontrado también el sistema que mejor se adapta a la plantilla de la que dispone. Un 4-4-2 que le permite alinear a dos arietes y aprovechar así la calidad que tiene en ataque. La pasada campaña, en la mayor parte de los encuentros el Oviedo jugó sólo con Linares en punta. El resultado de este cambio ha sido que el azul ha pasado de ser uno de los equipos menos goleados a uno de los más goleadores. Un Oviedo más ofensivo pero igualmente sólido que ya ha presentado sus credenciales para estar en el grupo que va a luchar por la gloria del ascenso.
