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El punto de los secundarios

Acuciado por las bajas, Egea tuvo que tirar en Pamplona de los futbolistas del Oviedo con menos minutos y éstos respondieron sobre el césped

Un defensa de Osasuna despeja ante la presión de Omgba. LOF

Un vistazo a la alineación servía para hacerse una idea de la situación. Ahí, sobre la pizarra, aparecían los nombres de Verdés (397 minutos en Liga hasta entonces), Rivera (265) y Omgba (194). La idea de la semana era que una plantilla tan competitiva ofrece soluciones. El lema, que siempre hay oportunidades para todos. El resultado (0-0) llegó en la versión más práctica de los azules, la menos atractiva quizás, pero con la fortaleza defensiva suficiente para salir con algo positivo de la caldera de El Sadar. En una noche sin premios individuales, el reconocimiento recayó en el conjunto. Los menos habituales habían cumplido con su objetivo.

Esteban, experiencia en la meta y a la hora de analizar la situación, no lo duda a la hora de sacar conclusiones. "El empate es para estar contentos. Es un campo complicado, seguro que hubiéramos firmado el empate antes del partido. Mantenemos una línea ascendente, en las posiciones privilegiadas y seguimos en racha", empieza su análisis antes de señalar el principal motivo de alegría: "Además del punto lo más importante es que hay muchos jugadores que hasta ahora les ha tocado estar a la sombra y les tocó participar en El Sadar, que es un escenario complicado y ante un buen equipo. Y dieron un rendimiento excelente". Para Esteban, del partido pueden sacarse algunas ideas interesantes: "Seguir entrenando y preparándote para estar listo tiene su recompensa".

El equipo presentado por Egea en El Sadar estaba condicionado por bajas importantes. Borja Gómez (1.217 minutos en la Liga), Vila (1.228), Erice (1.751) y Linares (907) han sido piezas importantes durante toda la primera vuelta. Tras acabar el encuentro, el propio Egea reconoció que Toché se había quedado en el banquillo por unas molestias musculares y que Verdés había competido todo el choque con un esguince de tobillo. Sumados todos los factores, el empate ante un equipo que lucha por ascender a Primera en su feudo puede considerarse un paso más hacia al éxito. "Fue gracias a la aportación de los menos habituales", proclama Esteban.

Entre los señalados por el portero se encuentra la pareja de pivotes. El juvenil Cristian Rivera y el camerunés Omgba fueron cogiéndole el tono al partido hasta hacerse con el mando. En el caso del africano el mérito viene por el largo periodo de inactividad: no entraba en una convocatoria desde la sexta jornada ante el Elche. "Para mí fue una alegría jugar después de tantas semanas sin hacerlo. No es sencillo llevar esa situación. Somos un grupo y cada uno tiene su función, cada uno aporta su grano de arena. Cuando te demuestran que cuentan contigo te llena de moral", indica Omgba que saca una conclusión clara de la experiencia: "Nunca hay que bajar la guardia. Nunca. Hay que seguir trabajando porque siempre llegan las oportunidades".

Tras el reconocimiento a los menos habituales, la plantilla también sonríe cuando se menciona otro factor. Otra semana más, el equipo se fue del césped con su puerta a cero, algo que parecía impensable en el inicio de la competición. "En cada campo nos toca adaptarnos a las circunstancias, como hicimos en El Sadar. Estamos contentos por lograr dejar la puerta a cero", asevera Omgba. "Ellos son muy buenos a las contras, muy peligrosos pero estuvimos atentos y supimos cerrarles los espacios", señala Esteban como una de las claves del éxito defensivo.

Aunque la mejora defensiva no se reduce a la última jornada. Es una tendencia. Desde la última derrota (jornada 15ª, 1-0 en Córdoba), los azules solo han recibido tres goles en seis partidos. La racha de puntos también es destacada: 14 sobre los últimos 18 en juego. Una mejora que le ha servido para dar otro salto de calidad.

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