Egea observó las fichas y se fijó en el original apellido del chico del filial que había llamado para enfrentarse al Celta B. "¿Johannesson?", le preguntó con extrañeza al chico que respondía a Diegui. El lateral le explicó al técnico su origen islandés, por parte de padre, y a Egea le atrajo la idea. "Suena mejor Johannesson que Diegui. Es más bonito", le comentó. Diegui, alumno aplicado, aceptó la recomendación y desde ese día aparece en las alineaciones como Johannesson, su nuevo nombre artístico. Quizás ese cambio de matrícula es la que le ha ayudado a llamar la atención de la Federación Islandesa sobre un lateral que se ha consagrado este año como una de las revelaciones de Segunda. Ayer, se produjo la llamada esperada: Diegui Johannesson está convocado para jugar con Islandia ante Estados Unidos el próximo domingo en California.

La citación del canterano del Oviedo es una prueba en directo sobre sus aptitudes de cara a la Eurocopa de Francia, que se disputa este verano. El nombre de Johannesson empezó a aparecer en las libretas de la Federación después de su prometedora irrupción de esta campaña en Ponferrada, en la décima jornada de Liga. El asturiano debutó en Segunda ante las lesiones de Fernández y Nacho López y desde entonces se ha agarrado a esa oportunidad. Nadie ha sido capaz de sacarle del once.

Sorprendidos por las prestaciones del lateral y al tanto de su sangre islandesa, la federación se pone en contacto con Jon Johannesson, padre del futbolista, durante las últimas vacaciones navideñas. Quieren saber si el chico tiene la nacionalidad islandesa y está dispuesto a jugar con ellos. La voluntad es clara pero la burocracia presenta dudas. Jon, que vive en la capital Reikiavik, se informa de la situación y recibe buenas noticias: un hijo de islandés puede optar automáticamente a la nacionalidad. Solo es necesario acudir al registro.

El último trámite se solventa la semana pasada y Jon informa a la Federación. Solo hay que esperar la llamada, que no tarda en producirse. Ayer por la mañana, los seleccionadores Lagerback y Hallgrimsson dan la lista para el amistoso ante Estados Unidos y aparece el nombre del asturiano. La oportunidad para jugar una Eurocopa está servida.

La llamada pone a los Johannesson en el primer plano futbolístico, aunque su historia había empezado a llamar la atención desde hace muchos años. En 1988 un islandés (Jon) conoce a una gijonesa (Amelia Pando) y surge el flechazo. Se casan en Islandia en 1992 y el 3 de octubre de 1993 tienen descendencia. Pero llega con sorpresa. La pareja tiene trillizos: Cristian, Diego e Ingemar (nombre puesto en homenaje al esquiador sueco Ingemar Stenmark). El nacimiento, en el Hospital Central de Asturias aunque se consideran de Villaviciosa, crea interés. Tanto, que la noticia es recogida por LA NUEVA ESPAÑA el 7 de octubre de 1993. "Los de Nestlé me han ofrecido la alimentación durante un año", declara entonces la madre de los trillizos. Un año después David se une a la familia. Una familia con cuatro hijos, tres de ellos idénticos, no pasa desapercibida. Por eso, el día de su primera comunión, Diegui y sus hermanos vuelven a ser noticia. LA NUEVA ESPAÑA recoge la comunión de los cuatro en la iglesia de San José de Gijón, el 3 de junio de 2002.

La historia futbolística del nuevo internacional islandés sufre una evolución vertiginosa desde su llegada al Oviedo. Ahí se produce la metamorfosis, no sólo aplicada al nombre. Antes de llegar a El Requexón, a Diegui se le conoce como un extremo eléctrico, de los que encaran y busca la línea de fondo. Le ayuda su velocidad y la conducción de balón.

La Eurocopa, el sueño

Al Oviedo llega en el verano de 2011, procedente del Llano 2000, con 17 años, para acabar su formación de edad juvenil. Pero será en su paso al Vetusta cuando se produzca el salto cualitativo. Iván Palacios es el primero en ver un eficiente lateral donde la mayoría solo advierte un afilado extremo. Su reconversión empieza en la temporada 2013-14 y se intensifica durante año y medio. Iván Ania, que sustituye a Palacios, le ayuda a mejorar en conceptos defensivos. La 2014-15 es la campaña de su salto al primer equipo.

El Oviedo, en Segunda B, solo cuenta con 18 fichas para la primera plantilla, una medida que ayuda a echar un ojo en el filial cuando se produzca un percance. Nacho López, el lateral titular, atraviesa diversos problemas durante el año y Egea llama a Johannesson como solución de urgencia. Debuta en la Copa, ante el Amorebieta. En Liga se estrena ante el Racing de Ferrol, con dolorosa derrota: 4-1. Pero su progresión desde entonces es imparable: 13 partidos con el primer equipo la temporada del ascenso.

Este curso su situación se complica. El cuerpo técnico valora fichar otro lateral derecho en vista de los problemas físicos de Nacho López. El club no se decide a darle la alternativa a Johannesson e incorpora a Fernández. El zaguero parte del Vetusta, con dos futbolistas que le cierran el paso al primer equipo. Pero siempre aparece una nueva oportunidad.

Nacho López se lesiona y Johannesson entra en la lista para Ponferrada. Allí cae Fernández. El del Vetusta toma la alternativa y lo hace con una convicción que sorprende. Nadie le quita del equipo desde entonces. En muchos encuentros es el mejor del Oviedo: descarado y con desborde en ataque, eficaz y agresivo en defensa. Es elegido mejor jugador del Oviedo en noviembre por los aficionados.

El colofón llegó ayer, con la llamada de la selección de su país paterno. Una puerta entreabierta de cara a la Eurocopa de Francia. "Estoy orgulloso y contento. Siempre trabajo con el objetivo de mejorar día a día: voy a intentar convencer al seleccionador", manifestó Johannesson tras conocer su entrada en la lista. La parte negativa del asunto es para Egea. que no podrá contra con él ante el Alavés.