Sergio Egea siempre ha reconocido que él es un entrenador práctico que escogerá un dibujo táctico u otro en función de los jugadores que tenga a su disposición. Y así lo ha hecho en el tiempo que lleva en el Oviedo. La pasada temporada, la del ascenso a Segunda, el conjunto azul utilizó casi siempre un 4-2-3-1. Un esquema que también usó al principio de esta temporada.

La razón que llevó a Egea a cambiar el dibujo fue sencillamente la necesidad de poner a dos delanteros sobre el campo. El argentino dispone de Toché, Koné, Linares y Cervero y considera que al menos dos de ellos deben formar de inicio para sacar rendimiento a un plantel con arietes de tanto nivel. Una razón que responde a la descripción que el propio Egea hizo de sí mismo como un entrenador práctico.

La llegada en este mercado de invierno de un jugador como Míchel puede hacer que Egea reconsidere de nuevo el dibujo. Más aún si Edu Bedia empieza a entrar más en juego. Hacer sitio a estos dos jugadores puede llevar a cambios en el esquema. En la rueda de prensa del jueves, el propio Egea reconoció que la ubicación de Míchel le hace plantearse utilizar un 4-2-3-1, como el que usaba la pasada temporada, un 4-3-1-2 o incluso mantener el 4-4-2, pero con un centro del campo que forme un rombo.

La intención de Egea con todos estos dibujos es la de situar a Míchel en la posición de mediapunta, por detrás del delantero o de los dos delanteros que salgan de inicio. Una posición a la que también se podría adaptar Edu Bedia, otro mediocentro con vocación ofensiva.

En el caso de usar un 4-2-3-1, la idea es sencillamente mantener el doble pivote que viene utilizando toda la temporada, en la mayor parte de las ocasiones con Vila y Erice, y formar por delante de ellos una línea de tres en la que Míchel podría hacer las veces de mediapunta. El problema de este dibujo es que tan solo le permitiría alinear a un punta.

Las otras opciones harían del Oviedo un equipo aún más ofensivo. Para ello tendría que sacrificar a uno de los dos pivotes que suelen jugar delante de la defensa. El 4-3-1-2 llevaría a Egea a colocar una línea de tres por delante de la zaga en la que estaría el pivote y los dos extremos, por delante de los cuales se colocaría Míchel como enlace con los dos delanteros. Algo muy similar sería un 4-4-2 formando un rombo en el centro del campo: un pivote más retrasado, dos extremos, Michel de enlace y dos arietes.