Se cumplía el minuto 10 de la segunda parte cuando Egea decidió que uno de los dos fichajes invernales debutara con los azules, ayer de amarillo. Se trataba de intentar cambiar la cara al partido. El Albacete ganaba por 2-0 y el Oviedo apenas había dado muestras de peligro desde el tramo inicial. Como si el equipo hubiera quedado noqueado.

Míchel fue el encargado para la tarea. El valenciano debutó con el equipo de Egea en sustitución de Bedia, con 35 minutos por delante para demostrar su calidad. Se situó en el doble pivote junto a Erice. El navarro sería el encargado de la faceta defensiva mientras que Míchel fue el encargado de llevar el peso del ataque con la pelota.

Míchel llegó en el mercado de invierno desde la liga china, cedido por el Guangzou. Viene a cubrir la necesidad explicada días antes por Carmelo del Pozo: la de un medio centro con experiencia capaz de crear juego y con recorrido como para llegar al ataque.

Su influencia en el juego fue clara desde el principio. El valenciano pidió la pelota, ordenó y entró en juego. Fue uno de los pilares sobre los que los azules edificaron su reacción. El saldo de Míche en su debut es muy positivo: saltó al campo con un 2-0 en contra y se fue del terreno de juego con un empate a 2.