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El ascenso pasa por el Tartiere

El Oviedo tiene que jugar 10 de los 18 partidos que le quedan en su feudo, una ventaja respecto a muchos de sus rivales - Los azules tienen una media de 2 puntos por partido jugado en casa, ligeramente inferior a la de los equipos en plaza de ascenso directo

El Tartiere, en el partido ante el Alavés. Jonás Sánchez

Por si aún quedaba alguna duda, tras un inicio comedido, sobre el objetivo real del Oviedo esta temporada, el patrón se encargó de despejarla. "Gracias por tanto y ahora a por el ascenso", escribió Arturo Elías, yerno de Slim y responsable del Grupo Carso, en el mensaje que anunciaba que su hijo se convertía en el socio 20.000 del club azul. El ascenso ya no es una palabra tabú. El Oviedo se ha visto en su campaña de regreso en el pelotón de los equipos punteros y no quiere renunciar a una oportunidad tan jugosa. En la hoja de ruta de los azules hacia Primera hay un factor decisivo: que el Tartiere se convierta en un fortín.

El Oviedo es tan competitivo en las últimas semanas que le da igual el escenario. Desde que cayera en Córdoba, 29 de noviembre de 2015, los de Egea no han vuelto a perder. La racha alcanza ya las nueve jornadas de competición pero ahora, tras cuatro empates consecutivos, se antoja decisivo regresar a la senda de la victoria. El Tartiere supondrá un punto extra en la búsqueda del objetivo.

Ahora mismo, el Oviedo ocupa la novena plaza en una clasificación elaborada con los puntos sumados en casa. No parece una presentación impactante para un aspirante al ascenso, pero el asunto tiene truco. Los azules solo han disputado once partidos ante su gente, menos que la mayoría de rivales directos: el Alavés y Osasuna han jugado 13 encuentros y Córdoba y Leganés, 12; por citar algunos ejemplos de equipos que luchan por el ascenso.

Dicho de otra forma: al Oviedo le queda por jugar 10 de los 18 partidos restantes de liga regular ante su gente. Una ventaja que, en la parte alta de la tabla, solo tienen Nàstic y Osasuna. Las aspiraciones carbayonas a acabar entre los dos primeros exigen que el rendimiento en el municipal ovetense sea sobresaliente.

Hasta ahora, los de Egea han ganado seis partidos en casa, han empatado cuatro y han perdido uno. Solo el irregular Girona (1-2) ha sido capaz de escapar con los tres puntos. Suman un total de 22 puntos y el saldo de goles es de +7. El Oviedo presenta una media de 2 puntos sumados por partido en el Tartiere.

El saldo es notable pero es superado por los tres primeros clasificados de Segunda. El Alavés, con 27 puntos en 13 partidos jugados en Mendizorroza, es el que más puntos suma como local pero su media de 2,1 por encuentro es superada por el Leganés, con un 2,2 de promedio. Los de Garitano han hecho hasta ahora 26 puntos en 12 partidos jugados en Butarque. También mejoran el registro de los azules el Córdoba y el Nàstic, ambos con una media de 2,1 puntos en su feudo.

El calendario presenta dos tramos muy diferentes de aquí al final de temporada en el Tartiere. Los rivales que visitan el municipal ovetense son de la zona media-baja, salvo alguna excepción, hasta que a partir de la 36.ª jornada empiezan las curvas.

El primer rival que queda por visitar el Tartiere es el Tenerife, la víctima elegida por el vestuario para cambiar la dinámica de empates y empezar a hacerse fuerte como local. Los chicharreros son 14.º en la tabla, con 30 puntos. Lejos de la isla, los de Martí han sumado hasta ahora 12 puntos.

El Elche, octavo con 38 puntos, y el Valladolid, undécimo con 33, son los siguientes visitantes con un objetivo común: engancharse a los puestos de honor de la tabla. Tras dos rivales peligrosos, el calendario parece suavizarse si se mira al puesto que ocupan los visitantes en la tabla: Ponferradina, el 16.º con 27 puntos; Numancia, 15.º con 30; y Huesca, 17.º con 26.

El sprint final es de infarto. Los cuatro últimos visitantes de la liga regular tienen su miga: a partir de la 36.ª jornada, los de Egea reciben a Córdoba (tercero en estos momentos), Mirandés (sexto), Leganés (segundo) y Osasuna (quinto). Contar con el Tartiere como aliado parece una importante baza para los azules de cara a un final que decidirá las cosas.

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