Diego Aguirre se ha convertido dentro de la plantilla del Oviedo en ese jugador que rara vez sale de inicio a un partido, pero que casi siempre termina jugando algo. De los dieciocho choques en los que ha saltado al campo en Liga, tan solo en cinco ocasiones lo ha hecho como titular.

El perfil del futbolista toledano responde al de un jugador ofensivo, desequilibrante y rápido. Una tipología que le permite dar mordiente al equipo cuando está buscando remontar un resultado adverso o simplemente dar un soplo de aire fresco a los compañeros cuando encaran los instantes finales de un encuentro. Un papel ingrato que el toledano asume con resignación y con la firme voluntad de acabar por ganarse un puesto en el once titular a base de trabajar en cada entrenamiento y de demostrar cosas en los minutos de los que dispone en Liga.

Aguirre podría tener una nueva oportunidad para demostrar sus facultades el domingo (17 horas) en Montilivi en el partido que los azules disputan ante el Girona. La razón es que Borja Valle, uno de los fijos en el once de Sergio Egea, se retiró del entrenamiento del miércoles con unos dolores en un tobillo que aún tiene y que le hacen ser duda para el próximo encuentro. Egea no tendría que tocar nada de su esquema habitual en el caso de que se decida por poner a Diego Aguirre por la izquierda sustituyendo a Borja Valle.

El toledano lamentó la mala suerte de su compañero Borja Valle, al que esta temporada las lesiones han vuelto a obligarle a perderse bastantes partidos. "Es una pena que Borja esté entrando y saliendo por las lesiones", señaló Aguirre. Él, por su parte, se limita a "seguir trabajando para cuando el entrenador me de una oportunidad". Esta situación en el equipo, en la que no ha logrado hacerse un hueco fijo, le genera cierto malestar al jugador, que reconoce que "podría estar más contento". Si bien, el futbolista está dispuesto a poner lo mejor de sí mismo para aumentar su peso en el conjunto azul: "Hay que mirar el lado más positivo de las cosas; así que me toca seguir trabajando y luchando", aunque reconoce que "ser el jugador número doce cuesta".

El del domingo es un partido al que el equipo carbayón le tiene unas ganas especiales. Y es que en el encuentro de ida en el Tartiere los azules perdieron (1-2). Para Aguirre la del Girona fue una derrota dolorosa porque no reflejó lo que sucedió: "Jugamos bastante bien y a pesar de todo luego ellos con poco nos ganaron". Una de las principales virtudes de los catalanes es, según Aguirre, su sistema de juego: "El 3-5-2 con el que salen hace que te ataquen mucho por banda, son peleones y nos va a costar, pero tenemos ganas de que llegue ya el domingo para dar una alegría a la afición", concluía el toledano.