Aquella sucesión de hechos crearon la campaña perfecta. Un club al borde de la desaparición, unas acciones asequibles, el movimiento a través de los medios y las redes sociales, unos agentes necesarios y, finalmente, una respuesta masiva. La ampliación de capital del Real Oviedo en 2012 supuso un proceso único, sorprendente y decisivo para el futuro de la entidad. Aquella ampliación que se coronó con la llegada de Slim al Oviedo es digna de estudio. También en las facultades. Pedro Zuazua, consejero durante aquellas dos semanas frenéticas, expuso en la Universidad de Navarra las claves de aquel proceso.

"Una de las claves fue la mezcla de experiencia y juventud en aquel consejo", explicó Zuazua a los alumnos de la asignatura de "Crowdfunding" de la facultad de Comunicación. "Sin gente joven puede que no hubiéramos salido adelante, aunque sin la experiencia y sangre fría de los veteranos, tampoco. Cada uno aportó en lo suyo", añadió el exconsejero que se apoyó durante su intervención en el seguimiento que LA NUEVA ESPAÑA hizo de la ampliación.

Para Zuazua, la cercanía del club con el aficionado resultó clave. "Necesitábamos exponer un proyecto creíble, que los aficionados volvieran a sentir el club como suyo. Que los seguidores vieran que algunos consejeros estaban tan mal de la cabeza como ellos no era una garantía de coherencia, pero sí de oviedismo", recalcó. Y por supuesto, con las dosis correspondientes de trabajo, influyó la suerte: "Sid Lowe, Marcos López, Mata, Michu, Cazorla, la prensa local, el hombre que rompió su hucha en las oficinas... Todos ayudaron, pero fue principalmente la convicción de que el Oviedo tenía una historia global que contar lo que nos salvó".

Los alumnos, entre los que se encontraban algunos que en su momento se convirtieron en accionistas azules, escucharon el final feliz. "Tuvo un final de cuento de hadas, con la entrada del Grupo Carso. Y eso fue gracias a la unión de todos", coronó Zuazua.