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Un hombre de Arturo Elías

El yerno de Slim trabajó con Egea en México y confió en él para subir al Oviedo a Segunda

Un hombre de Arturo Elías

"Arturo Elías es una persona muy cercana a mí, que siempre me ha apoyado y me ha dado una oportunidad; le voy a estar agradecido toda la vida". Esta frase la pronunció Sergio Egea en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA poco antes del inicio de la pasada temporada, la que al final fue la del ascenso a Segunda. Y es que el técnico argentino es un hombre muy ligado a Elías y al Grupo Carso, con los que ha trabajado en México y que se volvieron a fijar en él para dirigir al Oviedo, aunque no fuera la primera opción en la que pensaron.

La que deja Sergio Egea será una huella imborrable en Oviedo. Él fue el entrenador que les devolvió al fútbol profesional después de doce años sufriendo entre Segunda B y Tercera. Él dio con la tecla y supo llevar el barco a buen puerto. Una empresa en la que muchos otros habían fracasado con anterioridad.

Siempre educado y tranquilo, el de Egea ha sido un camino de éxitos en el Oviedo. El argentino, que vino tras subir al Eldense a Segunda B, era consciente de que no era la primera opción y eso no le supuso problema alguno. Un profesional convencido de que podía lograr el objetivo que se le había encomendado después de que Jose Guadalupe Cruz, la primera elección, no pudiese hacerse cargo del Oviedo al no tener permiso para entrenar en Segunda División B.

La primera prueba que tuvo Egea no fue nada fácil. Debutaba en Liga en el Tartiere ante el Sporting B. Un partido desagradable en el que los azules tenían mucho que perder y poco que ganar. El equipo lo solventó bien (3-1) y empezó a ganar confianza. En las primeras siete jornadas no perdieron ningún partido y alcanzaron un liderato que ya no abandonaron. Una trayectoria casi inmaculada y que acabó con el título de campeón de toda la Segunda B.

Y el mismo capitán que llevó el barco al ascenso fue el encargado de ponerse al frente en el regreso al fútbol profesional. Otro complicado reto que también parecía que iba por el mejor de los caminos. Hasta encadenar por primera vez en toda su etapa en el Oviedo dos derrotas consecutivas todo parecía maravilloso. Los azules habían logrado sumar doce jornadas sin perder, igualando la mejor racha de su historia en Segunda. El de Egea era un Oviedo que, aún siendo un recién ascendido, se había convertido en candidato al ascenso a Primera.

Un Egea que deja el Oviedo llevándose el cariño de buena parte de una afición que siempre tendrá en la memoria al técnico que les devolvió a Segunda y que se va como un aficionado más de la que siempre será su "institusión".

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