El ya exentrenador del Real Oviedo se ha despedido esta mañana de la entidad y de la afición asegurando que ha pasado veinte meses "geniales" y que se ha sentido querido. Aún así ha reconocido algunas "desavenencias" con parte de la plantilla.

Egea ha comparecido en el Tartiere acompañado de Joaquín del Olmo y Carmelo del Pozo, a los que ha dado las gracias, al igual que a todo el equipo y la afición. Reveló que Arturo Elias le pidió que reconsiderase su dimisión "pero no había vuelta atrás".

"Es un día muy triste. Me he metido mucho en esta gran institución. Hay una gran afición. Sentir los colores como lo sientes ellos es muy difícil. hay que vivirlo para valorarlo", afirmó para a continuación matizar que su tristeza no se debía a las discusiones con algunos jugadores "que han dicho las cosas a la cara" sino por dejar el club".

"Ser del Oviedo es sentir los colores como los sienten ellos", dijo respecto a los jugadores para terminar su intervención y dar la palabra a Joaquín del Olmo que despidió "a un técnico que dio muchas cosas. Nadie creía en él y se ganó el cariño de la gente". El asesor del Oviedo dejó claro que no tienen claro quien será el próximo técnico porque la decisión de Egea les pilló por sorpresa.

Dell Olmo cerró la puerta a cualquier tipo de especulación sobre las relaciones con el ya exentrenador : "Sergio y yo somos gente de códigos y no vamos a decir cosas que perjudiquen al Oviedo", zanjó.

Tras la rueda de prensa, Egea saltó al césped del Tartiere donde los aficionados presentes comenzaron a corear sus nombre. El ya exentrenador del Oviedo, visiblemente emocionado, dio las gracias por el apoyo y se llevó varios regalos de algunos hinchas.